
Desde su creación en mayo de 2010, el Banco de Tejidos de la Fundación CIEN ha trabajado prestando apoyo a grupos de investigación nacionales e internacionales y manteniendo un estrecho contacto con las asociaciones de familiares y pacientes de enfermedades neurodegenerativas. Un corto pero muy productivo período de tiempo en el que ha ido creciendo y consolidándose como un referente en el ámbito de la neurociencia española.
Muestra de su buena marcha es el hecho de que recientemente ha alcanzado su donación número 400, un hito muy positivo ya que cada vez son más los grupos de investigación que solicitan muestras de tejido cerebral para sus ensayos.
Afortunadamente, esta demanda creciente se está viendo correspondida con un notable aumento de donaciones realizadas tanto a través del Programa de Donación Interno en el que participan residentes del Centro Alzheimer de la Fundación Reina Sofía (CAFRS), como mediante el programa de donación abierto a donantes de todas las Comunidades Autónomas.
Y es que, la donación de tejidos cerebrales es un elemento muy importante para la investigación neurológica ya que, además de permitir estudiar las consecuencias de la enfermedad sobre el tejido humano, hace posible el contraste de resultados e indicios desprendidos de la investigación sobre cultivos de células o modelos animales con las enfermedades reales.
Esto se debe a que el tejido humano es el único que contiene todos los datos moleculares de las enfermedades neurológicas. Por este motivo, su estudio es fundamental para desarrollar fármacos y terapias efectivas, así como para establecer biomarcadores para realizar el diagnóstico precoz.
Independientemente del padecimiento o no de alguna enfermedad neurológica o psiquiátrica, cualquier persona puede ser donante de tejido cerebral. Para ello basta con realizar una autorización que permita, tras el fallecimiento, la extracción del cerebro y su procesamiento y conservación en el Banco de Tejidos desde donde se distribuirán las muestras a los distintos grupos de investigación que las solicitan, contribuyendo así al mejor conocimiento de las enfermedades neurodegenerativas.