
Cada año, diez millones de niños menores de cinco años mueren en el mundo por causas «totalmente prevenibles», la mayoría en países pobres. Se trata de una realidad denunciada por la ONG Save The Children, un hecho impensable en los países desarrollados, que ocurre diariamente entre los que menos tienen.
La citada ONG ha hecho público en Madrid su informe «Salvar vidas en tiempos de crisis«, en una rueda de prensa en la que estuvieron presentes el investigador español y Premio Príncipe de Asturias Pedro Alonso, la Premio Nobel de Literatura sudafricana Nadine Gordimer y el escritor Dominique Lapierre, galardonados con el Premio “Amigo de los Niños» 2008.
El trabajo muestra que la malaria, el sarampión, el VIH/sida, la diarrea y la neumonía son las cinco causas responsables de las muertes de los menores, la mitad de las cuales se producen en seis países: India, Nigeria, República Democrática del Congo, Etiopía, Pakistán y China. ¿Quién iba a pensar que un pequeño muere por el sarampión o la diarrea, ambas tratables y curables en nuestro entorno? Son hechos que llaman a una profunda reflexión.
En primer lugar, los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad al respecto. Según el investigador Pedro Alonso, se pueden alcanzar más cosas hablando de los éxitos que denunciando sólo los problemas. Así, aboga por que, en vez de las muertes, se hable de que en los últimos años se ha reducido la mortalidad infantil en más de tres millones anuales.
En segundo lugar hay que dar un impulso a la investigación, ya que, según ha advertido Alonso, aunque existen vacunas genéricas para determinadas enfermedades prevenibles, lo cierto es que hacen falta otras específicamente hechas para cada lugar, porque las que curan o salvan a los niños de los países ricos no sirven muchas veces para los de los pobres.
Como ejemplo explicó que la principal causa de neumonía en África es el neumococo, contra el que en España se ha iniciado, como cada año, la campaña de vacunación. Si bien, los tipos de esta bacteria no son los mismos que causan muerte en el continente vecino.
Al respecto, Alonso denuncia que no existe el «estímulo financiero» necesario para impulsar la investigación biomédica orientada a los problemas de salud de los países en vías de desarrollo, lo que, a su juicio, es «clave para romper el círculo vicioso de enfermedad y pobreza».
Por otro lado, la Premio Nobel de Literatura sudafricana Nadine Gordimer manifestó su preocupación por el aumento que está registrando su país de delincuencia y violencia infantil y se preguntó qué está ocurriendo para que en un país donde existen «una de las mejores constituciones del mundo» haya chavales capaces de matar a otro en la escuela.
«Una cosa es tener los derechos del niño y otra encontrar mecanismos que puedan prevenir la destrucción de la personalidad de un niño», resaltó.
En cuanto al escritor Dominique Lapierre, ha recordado que, como decía la Madre Teresa de Calcuta, «salvar un niño es salvar el mundo» y explicó su «modesto» trabajo por la infancia.
Además, de Alonso, Gordimer y Lapierre, han sigo distinguidos por Save The Children como «Amigos de los Niños», La reina Noor de Jordania, «por su defensa de los derechos, la protección y el desarrollo de la mujer y la infancia»; Muhammad Yunus, «por su decidida lucha para acabar con la pobreza a través del sistema de microcréditos»; y Clara Menéndez, esposa de Alonso, ambos «por su dedicación a la salud en África y la esperanza».