
Te quiero contar un poco el contenido de la nueva campaña de movilización de Amnistía Internacional (AI) que podrás seguir a través de la red social de Facebook. Bajo el lema ‘El poder de tu firma. Qué dice tu firma de ti’, la organización quiere recordar que con la suma de muchas firmas pueden alcanzarse grandes logros de derechos humanos, como poner fin las lapidaciones, combatir la tortura, luchar contra la utilización de menores soldados o exigir igualdad de derechos para todas las personas.
Y es que a veces, es tan sencillo como firmar en el momento y en el lugar adecuado, y eso es lo que la ONG quiere resaltar. Concha Martínez, responsable de esta iniciativa, nos lo cuenta:
“Queremos que la gente adquiera conciencia de que su firma tiene poder y que sólo se trata de ponerla en el lugar adecuado. En Amnistía Internacional hemos comprobado en numerosas ocasiones que la suma de miles de acciones individuales puede hacer que las cosas cambien. Hace unos años conseguimos nueve millones de firmas para denunciar la lapidación dos mujeres en Nigeria y contribuimos a que fueran liberadas. Cada año cerca de un millón de personas firman nuestras ciberacciones para lograr que los gobiernos se pongan a trabajar»
«Por ejemplo, por un tratado que controle el tráfico de armas o para avergonzarles de las violaciones de derechos humanos que cometen. Hoy podemos aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías y de las redes sociales para ayudar a las personas en riesgo en lugares como Colombia, Rusia, China o Burkina Faso”.
A través de una sencilla aplicación disponible en el perfil de Facebook de la sección española de Amnistía Internacional, cualquier persona que lo desee puede participar en esta nueva campaña. Accediendo a la pestaña “Qué dice tu firma de ti”, la aplicación empieza con un breve test grafológico y termina con el mensaje ‘Tu firma dice mucho de ti. Lo que te define más es dónde firmas’, seguido de una invitación para sumarse a las ciberacciones de la organización en www.actuaconamnistia.org .
Los activistas de Amnistía Internacional se han movilizado durante décadas y siguen haciéndolo para actuar por personas que han visto mermados sus derechos humanos. En los últimos meses, por ejemplo, han logrado la conmutación de la pena de muerte del ciudadano español de origen sirio Nabil Manakli, la puesta en libertad de Gilan Mohammadi y Gholamali Eskandari, condenados a muerte por lapidación en Irán; la salida de la cárcel de Nelson Aguiar Ramírez, en prisión en Cuba desde 2003; o de Jacinta Francisco Marcial, detenida injustamente en México desde diciembre de 2006.
También, las firmas de los activistas han servido para presionar al Gobierno de Togo, que pasó a engrosar la lista de países abolicionistas de la pena de muerte o para que el Gobierno español expresara su voluntad de compromiso con diferentes tratados de derechos humanos, como la firma en septiembre pasado del Protocolo de Derechos Sociales, Económicos y Culturales. Estos y otros logros se han conseguido gracias al poder de las firmas de gente común y corriente que se ha sumado a las distintas acciones.