La pérdida de memoria y otras funciones cerebrales puede comenzar a los 45 años. Así lo señalan los resultados de un estudio de 10 años de duración, que se realizó sobre más de 7.000 trabajadores estatales de Gran Bretaña, publicados en el ‘Brithish Medical Journal’.
La investigación, llevada a cabo por un grupo de investigadores dirigido por Archana Singh-Manoux, del Centro para la Investigación en Epidemiología y Salud Poblacional de Francia y del University College de Londres, halló un deterioro modesto en el razonamiento mental en hombres y mujeres de 45 a 49 años.
Entre los sujetos de más edad de la muestra, el deterioro promedio en la función cognitiva fue mayor, aunque se registró una amplia variación en todas las edades. Del mismo modo, un tercio de los individuos de 45 a 70 años no mostró deterioro durante el periodo estudiado.
Los participantes fueron evaluados en tres ocasiones en el marco del estudio, con pruebas de memoria, de vocabulario y de habilidades de compresión visual.
En los diez años que duró el estudio, se registró un deterioro del 3,6 por ciento en el razonamiento mental de hombres y mujeres entre los 45 y los 49 años; mientras que el deterioro entre los 65 y los 70 años fue del 9,6 por ciento entre varones y del 7,4 entre féminas. Además, puesto que los participantes más jóvenes de este estudio tenían 45 años, es posible que el deterioro cognitivo comience incluso antes de esa edad.
Este trabajo también indica que los factores que afectan a las funciones cardiovasculares, como el tabaquismo, los altos niveles de colesterol, la hipertensión o la obesidad, podrían impactar en el desarrollo del Alzheimer y la demencia vascular, a través de efectos en los vasos sanguíneos cerebrales y las neuronas.
Los resultados de este estudio contradicen las teorías previas que aseguran que el deterioro cognitivo no se inicia antes de los 60 años y, por este motivo, podrían tener implicaciones de largo alcance en la investigación de demencias.
En este punto, detectar la edad a la que la memoria puede comenzar a deteriorarse es importante hasta el punto de que los medicamentos funcionarán de manera más efectiva en la medida en que se administren a las personas en el momento en que comience a producirse el deterioro mental.
Así, en la actualidad un gran número de nuevas medicinas para tratar el Alzheimer están siendo sometidas a ensayos clínicos, pero las expectativas de éxito no son muy altas, a juicio de algunos expertos, que temen que los fármacos estén siendo probados en pacientes demasiado mayores como para que se obtengan resultados beneficiosos.