Solidarios con los pobres

Les vemos en la calle en el suelo, con su manta, sus cartones y su perro. Casi nunca dicen nada, sólo nos miran. Nuestra reacción es seguir caminando. Pero, ¿Qué pasaría si un día nos sentáramos a hablar con ellos, a entender su situación, a mirarles a los ojos? Eso es exactamente lo que hacen en la ONG Solidarios para el Desarrollo.

Cuando salen por la noche a visitar a estas personas, se acercan con la excusa de compartir un café, y se sientan a su lado y conversan, no desde la lástima o la pena (que pueden conllevar actitudes paternalistas), sino desde el respeto por la diferencia, desde el enriquecimiento mutuo del encuentro. Esta es la forma de crear una relación recíproca de persona a persona, que puede ayudar a recuperar la dignidad perdida, y convertirse también en el punto de partida en su proceso de inserción social.