Se trata de una de las máximas que guían a las personas que conviven con el Alzheimer, sobre todo a aquellas que trabajan para lograr que esta enfermedad no convierta una vida en un olvido. Envejecer con dignidad es un objetivo prioritario de la Fundación Americana de Alzheimer (AFA), una de esas organizaciones sin ánimo de lucro que recuerda al resto del mundo que ya existen en nuestra tierra 26 millones de personas con esta enfermedad.
Y las cifras, igual que el tiempo, avanzan. Según los cálculos de los expertos, el ritmo de crecimiento de esta dolencia pueda llevarnos a multiplicar por cuatro la cifra actual en torno al año 2050. Para entonces, muchos de nosotros, ahora jóvenes, estaremos entrando en una edad que convive habitualmente con el Alzheimer. Nos importa, desde luego. Si no es por nosotros, es por un familiar con Alzheimer, que muchos tendremos.
Para combatir esta enfermedad, al igual que otras muchas, existe la eterna prevención, el más eficaz de los instrumentos de lucha en muchos ámbitos de la salud. Al igual que ocurre con la detección precoz, que contribuye a frenar a menudo el deterioro de nuestros mayores. Y con el tratamiento y el apoyo de los cuidadores. Todos ellos, pilares básicos en la atención a las personas con Alzheimer, para contribuir a su bienestar y el de aquellos que conviven con ellos. Muchos de nosotros.
La AFA, que cuenta con 950 organizaciones miembros, invita a los demás países a participar en su iniciativa de control de memoria, destinada a proporcionar detección de los problemas de memoria y formación para conseguir envejecer con dignidad.