¿Cómo le explicamos a un niño lo que le ocurre al abuelo? ¿Cómo descifrar las incógnitas de esa enfermedad de nombre tan raro? Ya resulta difícil que lo comprendan los adultos, así pues habrá que poner todos los sentidos para dedicarse a los niños y explicarles a su manera las verdades del Alzheimer.
Los niños no desean ver a sus seres más queridos como personas mayores, sin embargo, la convivencia con los abuelos les acerca un poco a ese mundo. Cuando uno de sus familiares padece Alzheimer, el niño no logra entender los cambios que se producen en él. Los cambios en la conducta y, sobre todo, algunos momentos de agresividad que pueden ocurrir, les lleva a pensar que el abuelo está loco, o algo peor.
Y aunque parezca una contrariedad, en la Fundación Alzheimer España aseguran que los niños más pequeños son los que pueden entenderlo más fácilmente. Hay que hablar con ellos con sencillez y naturalidad, explicando la enfermedad y haciéndoles saber que toda la familia cuidará al enfermo. Al tratarse de una enfermedad que afecta en su mayoría a las personas mayores, los menores no lo ven como una amenaza y eso lo hace más fácil de entender.
Para los adolescentes, sin embargo, la aceptación de la situación puede ser más difícil porque comparten y sufren las contrariedades del Alzheimer. Supone una pequeña o gran alteración en su esquema de vida, en sus momentos familiares y en otras situaciones que van formando su día a día. A esta edad, es conveniente incluso involucrarles en el cuidado al enfermo, con tareas sencillas, como peinarle o simplemente acompañarle. Y por supuesto, tenerle en cuenta, admitir sus ideas y opiniones.
A estas edades también se les puede facilitar información más detallada sobre la enfermedad, como la que puede ofrecer la Fundación Alzheimer España o otras páginas web, como la de la Obra Social Caja Madrid.