Esa enfermedad llamada Alzheimer

A menudo ocurre que algunas personas sin mucho conocimiento o aquellos que no han tenido tiempo de informarse, asumen como verdadero una serie de ideas y afirmaciones que pasan de boca en boca y se convierten casi en historia. En el caso del Alzheimer, hay unas cuantas verdades que convendría atesorar.

Comenzando por la inevitable vinculación entre Alzheimer y envejecimiento. Es cierto que van unidos, pero no siempre. El Alzheimer sin envejecimiento no existe, pero sí el envejecimiento sin Alzheimer. La edad es un factor de riesgo importante, pero el Alzheimer no se debe a la edad avanzada, aunque comience a manifestarse a partir de los 65 años. Se trata de una auténtica enfermedad, no de envejecimiento.

No es una enfermedad hereditaria, aunque las probabilidades aumenten si la han padecido el padre o la madre, pero sólo por el hecho de la transmisión de factores de riesgo genéticos. Se trata únicamente de un aumento de las posibilidades, pero no de una seguridad.

Todo ello lo explica la Fundación Alzheimer España en su página web, entre una multitud de informaciones que ayudan a todos los que de alguna manera se acercan a la enfermedad, ya sea por el hecho de colaborar en la atención a estas personas o por mera información.

Y siguiendo con los errores o ideas mal aprendidas, conviene también animar a todos aquellos que conviven con el Alzheimer y asumen la supuesta derrota afirmando que «no hay nada que hacer». Lo cierto es que no hay medicamentos para curar esta enfermedad, pero sí para convivir con ella, por ejemplo, para ralentizar el declive.

Y hay mucho que hacer, en la Fundación Alzheimer España hablan de las estrategias para ayudar, para cuidar en el domicilio, para asegurar una calidad de vida durante muchos años y mucho apoyo, en general, para esos cuidadores entregados a la causa.