Desde Burundi con amor

Foto: Eduardo Losada
Foto: Eduardo Losada

Las casualidades del destino me pusieron el otro día en contacto con Joaquín Zuazo, un chico español que un día decidió dejarlo todo y viajar a Burundi para colaborar con la Fundación Maria Arafasha en la construcción de un centro para niños de la calle.

La labor de todos allí está siendo impresionante, pero qué mejor que Joaquín nos la vaya contando poco a poco desde allí en un post semanal. Merece la pena compartir con él su ilusión, los montones de pequeños acontecimientos que van surgiendo en un poblado tan alejado de nuestro mundo y conocer de primera mano todo lo que por allí se cuece. Iremos haciéndole preguntas para saber más sobre el proyecto en el que con tanta ilusión trabaja y conoceremos más sobre la cultura africana y los habitantes de Bujumbura.

¿Cuánto tiempo llevas en Burundi?

Este es mi segundo viaje a Burundi, llegue aquí por primera vez el 30 de octubre del 2006 y me quede hasta el 30 de diciembre de 2006. Fue un primer viaje para conocer Africa, un contacto, pero la verdad es que no se que paso, algo de mi se quedo aquí. Y al volver solo pensaba en la manera de volver. Y el 15 de enero de 2008 llegue por segunda vez a Bujumbura. Esta vez con muchos objetivos, en principio venia por un año. Pero voy a prolongar un poco el viaje. Aun no he encontrado el trozo de corazón que me robaron los niños de aquí. Tengo que seguir buscando

¿Por qué decidiste irte allí?

La primera vez vine por curiosidad, para conocer África, con ganas de ayudar en lo que fuera posible, pero sobre todo para intentar agradecer a Dios lo que había hecho por mi. Y huyendo de mi antigua vida.

La segunda vez que viene el objetivo era muy claro Ayudar y trabajar con la Fundación Maria Arafasha en la construcción de un centro para niños de la calle. Además de buscar o intentar comprender qué quiere Dios de mi vida. Porque aquí la primera vez que vine le sentí más cerca que nunca. Fue una segunda conversión mucho más profunda.

¿Cómo elegiste la organización con la que te fuiste?

Bueno, elegí esta organización porque es la rama social de Schoenstatt, que fue donde me encontré con Dios y se produjo mi conversión.

La fundación empezó a nacer a final del 2006 cuando yo aún estaba aquí. Tuve la suerte de acompañarles en las dos primeras reuniones. La fundación se constituyó legalmente en Burundi en marzo del 2007. Empezar un proyecto necesita de mucho trabajo. No se, todo tenía sentido y me daba mucha paz.

¿Nos puedes hablar un poco de la organización con la que colaboras? ¿Quiénes son y qué otros proyectos tienen?

Bueno la Fundación Mariya Arafasha traducido al castellano quiere decir Maria Ayuda. El Padre Hernan Alexandri de la comunidad de Schoenstatt empezo la obra de María Ayuda en chile hace 25 años. Trabajando con niñas maltradas y violadas.

Después años más tarde la idea de María Ayuda se copió en otros países como España, Ecuador y por qué no también en Burundi. La fundación es local en cada país y se gestiona de forma autónoma.

En Chile hay mas de 1500 niños en diferentes centros y proyectos de la fundación. Hay 18 casas de acogida por todo el país. En España tenemos un piso de acogida en Madres Solteras, para ayudarlas durante el embarazo y el primer año de vida del niño.

En Burundi acabamos de nacer, tenemos dos grandes proyectos:  Girizina donde trabajamos con niños de la calle y estamos construyendo nuestro primer centro de acogida y Giromuyevyi donde ayudamos a huerfanos a continuar sus estudios secundarios. Aquí la escuela primaria y la universidad es gratuita, pero la segundaria no. Así que intentamos ayudarles en ese momento donde muchos se ven obligados a abandonar sus estudios.

Continuará…