
La Fundación ONCE e IKEA han firmado un convenio de colaboración para el impulso de proyectos que estén encaminados a lograr la integración sociolaboral de las personas con discapacidad.
El vicepresidente primero ejecutivo de la Fundación ONCE, Alberto Durán, asegura que «IKEA busca en sus clientes la diversidad, un concepto que lleva en su código genético», e indica que la Fundación ONCE ha puesto a disposición de la compañía toda su colaboración, con la confianza de que juntos «consigamos llegar a la excelencia».
Mientras, la directora general adjunta de IKEA España y Portugal, Montserrat Maresch afirma que «comprometerse con las personas es la mejor forma de negocio, porque se necesitan personas para cumplir los sueños», y en IKEA «lo hacemos desde el respeto a la diversidad y a la igualdad de oportunidades, porque todo el mundo tiene talento y nuestra obligación es descubrirlo y hacerlo nuestro».
A través de este convenio, IKEA se compromete a incorporar a su plantilla 60 personas con discapacidad en un plazo de tres años y aplicar otras medidas de integración para conseguir duplicar el porcentaje legal de integración de personas con discapacidad exigido.
Esta acción se enmarca en un programa más amplio de la compañía sueca, que, bajo el nombre «I Love Integra», va a promover la accesibilidad total de clientes y empleados en sus tiendas, así como iniciativas para fomentar la integración social de los familiares de empleados que tengan alguna discapacidad.