Estaba leyendo el nuevo informe de Amigos de la Tierra y me ha llamado mucho la atención su explicación sobre el saqueo de Tierras que practica Europa en países del Sur. Digamos que la agricultura industrial y los agrocombustibles son los principales culpables de esta “huella ecológica” de la que casi nadie comenta nada.
Y es que la creciente demanda de piensos y agrocombustibles en Europa tiene como consecuencia la pérdida de grandes masas forestales, graves emisiones de efecto invernadero y conflictos rurales en los países del Sur.
Sólo la Unión Europea en su conjunto necesita más de 16 millones de hectáreas de superficie agrícola cada año para alimentar a su ganado y cada vez más a sus vehículos, lo que supone un área equivalente a la suma de la superficie agrícola de Alemania y Hungría. La inmensa mayoría de estas tierras están en América Latina. España es el segundo país que más superficie necesita per cápita de toda la UE.
La investigación muestra que el mayor consumidor de tierras es la soja, importada a Europa fundamentalmente para alimentación animal, pero cada vez en mayor medida para producir agrocombustibles (también conocidos como biocombustibles).
La producción de soja es uno de los más importantes causantes de deforestación en América Latina, y se asocia a la degradación ambiental y social generalizada, incrementándose no sólo el uso de pesticidas, si no también la violencia por la propiedad de las tierras, y los abusos de los derechos humanos de las comunidades locales y campesinas.
Además, los consumidores europeos no son convenientemente informados de que gran parte de esta soja está modificada genéticamente, ya que las actuales leyes de etiquetado de estos productos no se aplican a los derivados de animales alimentados con transgénicos.