La cantante canadiense Loreena McKennitt ha pasado unos días en España para promocionar su último disco, ‘A midwinter Night’s dream’, un disco invernal, navideño, íntimo y, como todos los suyos, embriagados. Más de catorce millones de copias ha vendido esta artista a lo largo de su carrera. Y a pesar de ello, su sonrisa afable, sus modos y gestos campechanos, su complicidad inmediata sorpreden.
En una entrevista concedida a este blog, aludió a la Navidad
“un periodo muy importante, de una espiritualidad enorme que no debemos perder. La Navidad es un momento espléndido para disfrutar de la familia, para meditar y tomar grandes decisiones y, sobre todo, para ser más solidarios que nunca”.
“Especialmente solidarios con las personas mayores, que son un grupo de población que, en estas fechas, sobre todo los que están solos, los que carecen de familia, se ponen melancólicos y tristes, y el mejor regalo que podemos hacernos es compartir con ellos una tarde, un momento, una conversación”.
Así de solidaria se mostraba la cantante, que también ha animado a evitar el consumismo propio de esta época del año “y destinar, si no todo el dinero de los regalos que debemos de hace, buena parte del mismo” a causas solidarias como ONG y cooperación al desarrollo.
Todo un ejemplo el suyo de solidaridad bien entendida y, sobre todo, aplicada, ya que es la primera que se apunta a conciertos benéficos y que destina parte de sus beneficios a fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro.