Dicen que “el que canta, el mal espanta”. Es un tradicional refrán, pero puede encajar perfectamente como lema de la coral ‘Rainbow Choir’. Lo componen 20 personas con discapacidad de Toowoomba (Queensland, Australia), que cantan con la intención de difundir los beneficios de la música como terapia.
Su promotora es H-Help Darling Downs Incorporated, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la ayuda a las personas con discapacidad, que considera que la participación en actividades musicales resulta una terapia útil para mejorar la integración y el aprendizaje sobre el colectivo.
«Esperamos que las actuaciones de Rainbow Choir permitan al público conocer los beneficios para las personas con discapacidad de la musicoterapia, y de la participación en coros y otras actividades musicales», asegura, en la prensa local, Bronwyn Herbertson, de la citada organización.
Gracias a una ayuda del Gobierno autónomo del estado de Queensland, el coro empezará a actuar a partir del próximo mes de septiembre, coincidiendo con la celebración de la Semana de Acción para la Discapacidad.