Aires de inserción en prisión

Foto: Fundación Oxígeno
Foto: Fundación Biodiversidad

Han cometido errores, pagan por ellos, pero, a su vez, trabajan por respirar un aire nuevo tras las rejas, por alcanzar una vida dentro de la ley. Toda prisión tiene como fin la reinserción del interno. Con este objetivo, el Ministerio del Interior y el de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (a través de su Fundación Biodiversidad)  llevan a cabo un proyecto que incide en dos vertientes: una, la inserción de los reclusos, y otra, el cuidado del entorno.

Hablamos del “Proyecto Oxígeno”, con el que forman cada año a alrededor de 120 presos en habilidades profesionales relacionadas con el medio ambiente, sector que para el Gobierno constituye todo un «yacimiento de empleo» en el contexto de la crisis económica mundial, según lo destacó la ministra Elena Espinosa, en la inauguración de una nueva edición de estos cursos en el centro penitenciario de mujeres de Alcalá de Henares (Madrid).

 

Estos módulos de Trabajador Forestal y Jardinería se imparten también en las cárceles de Navalcarnero, Segovia, Algeciras, Aranjuez y Palma de Mallorca. Gracias los cursos, los internos profundizan en el conocimiento de las materias ambientales que ofrecen expectativas de empleo y realizan prácticas tuteladas en fincas del Organismo Autónomo Parques Nacionales y de la Fundación Biodiversidad.
  
Según dijo la ministra, entre las dos ediciones anteriores del programa,  en el que también colaboran Horizontes Abiertos, Solidarios para el Desarrollo y la Fundación Tomillo, y la primera experiencia piloto se han formado ya alrededor de 220 reclusos. Actualmente, 120 personas los están cursando y se estima que, hasta el año 2010, unos 500 alumnos se habrán formado.
  
Para la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, estos cursos suponen, además:

“una oportunidad para ayudar a los internos a recuperar su autoestima”

Algunas de las alumnas del centro penitenciario de mujeres de Alcalá de Henares constataron la demanda creciente de estos cursos entre las internas. La mayoría de ellas cumple condena por tráfico o consumo de drogas.