En principio sería lógico pensar que quien padece Alzheimer en algún momento deja de tener capacidad para conducir un automóvil. Ahora, una nueva prueba cognitiva podría ayudar a los médicos a determinar si las personas que tienen Alzheimer son aptas para conducir. Y algunas podrían serlo en las fases iniciales de la enfermedad.
Al menos es lo que se acaba de publicar en la revista ‘Neurology‘. Investigadores de la Universidad de Iowa estudiaron a 40 conductores con Alzheimer en etapa inicial y 115 conductores mayores sin diagnóstico de demencia. Todos los participantes completaron una serie de pruebas de laboratorio que medían sus habilidades cognitivas, visuales y motoras, y realizaron una prueba de conducción de 56 kilómetros dentro y fuera de la ciudad. Un experto en conducción revisó los videos de las pruebas en la carretera para destacar cualquier error de seguridad en la conducción.
El trabajo lo que quiere es evaluar hasta qué punto la demencia incapacita para conducir al paciente, y se está por tanto perfeccionando un test que mida las habilidades cognitivas, visuales y motoras de estas personas.
Por supuesto, el objetivo principal de este estudio es prevenir los accidentes al tiempo que se maximiza el derecho del paciente a moverse con libertad.