La crisis económica y financiera en curso podría llevar todavía a más gente al hambre y la pobreza, a menos que se tomen decisiones con urgencia y se apliquen medidas de choque. Es por eso que los presidentes que integran la Comunidad del Caribe (Caricom) han demostrado su apoyo al director de la FAO para que convoque una cumbre mundial sobre seguridad alimentaria el próximo mes de noviembre.
El temor de presidentes como Ignacio Lula da Silva de Brasil y Michelle Bachelet de Chile, es que sino se comienza a trabajar para que el 15 por ciento de la población del mundo tenga alimentos- de los cuales casi el 10 por ciento se encuentra en países en vías de desarrollo- no podremos evitar que en el año 2050 sean 900.000 millones de personas las que padezcan hambre.
La intención de esta cumbre, que se realizará en ocasión de la sesión número 36 de la conferencia de la FAO, es que para la erradicación rápida y completa del hambre se necesita el consenso y pasar a la acción.
El Director General de la FAO Jacques Diouf ha insistido en que la Cumbre alcanzará resultados tangibles si logra contar con un amplio consenso para la erradicación rápida y completa del hambre y el establecimiento de un nuevo orden alimentario mundial.
También Diouf ha señalado que
«La Cumbre conducirá a una mayor coherencia en la gobernanza mundial de la seguridad alimentaria. Definirá la forma en que podemos mejorar las políticas y los aspectos estructurales del sistema agrícola internacional, al poner en pie soluciones duraderas a nivel político, financiero y técnico para el problema de la inseguridad alimentaria en el mundo».
La situación de la inseguridad alimentaria en el mundo es insostenible y se espera que en esta cumbre se discuta y promueva también una vida mejor para los campesinos, gracias a cuyo trabajo y esfuerzo desde el campo permiten que tengamos comida en nuestra mesa.