Según la campaña “Sal de dudas”, que acaba de lanzar la Coordinadora Estatal de VIH Sida (Cesida), los principales motivos por los que las personas que pueden padecer sida evitan hacerse las pruebas son por miedo al estigma o a la discriminación, así como la pereza.
Para facilitar los trámites se pondrán en marcha tests rápidos en farmacias, ya disponibles en las comunidades de Cataluña y País Vasco desde hace tres meses. Estas pruebas consisten simplemente en pinchar un dedo y dejar que una especie de papel absorba unas gotitas de sangre. En 15 minutos se saben los resultados.
La cuarta parte de los seropositivos en España no saben que lo son, por eso el objetivo de estas pruebas es reducir esta cifra y evitar de esta forma la mortalidad.
Asimismo, los jóvenes se encuentran en el punto de mira, ya que se intenta concienciarlos del riesgo que supone no hacerse las pruebas. Principalmente, porque los infectados no podrán recibir el tratamiento adecuado, y podrán trasmitir la enfermedad a otras personas por no adoptarse medidas de protección y por la mayor transmisibilidad del virus en ausencia de tratamiento. Algunos estudios indican que el 25% de los infectados que desconoce su estado serológico es responsable de más de la mitad (54%) de las nuevas infecciones.