Durante las tragedias del tsunami en Asia y el huracán Katrina (2004 y 2005), el experto en tratamiento de aguas, Michael Pritchard, comprobó gracias a la cobertura televisiva y repercusión mediática que tras la trágica acción de la naturaleza, se originan otros múltiples dramas como consecuencia de la precariedad e incapacidad de reponer las infraestructuras básicas.
En su ámbito de acción, la depuración del agua, analizó la situación: Tras una catástrofe es necesario trasladar a la población superviviente a diversos campos de refugiados ante la imposibilidad de abastecerlos «in-situ» de agua potable.
A falta de que los organismos de ayuda desarrollaran alguna forma de superar esta calamidad, se puso «manos a la obra» y tras un trabajo de diseño muy elaborado logró una solución muy simple y eficiente para purificar agua en el sitio que se desee. Podéis ver el vídeo demostrativo en la página de TED.
Se trata de una botella plástica capaz de filtrar partículas hasta de 15 nanómetros (15 millonésimas de metro). Con este tamaño de poro, queda garantizada la filtración de bacterias, virus, hongos… Evidentemente el resto de partículas (lodos, arcillas, restos orgánicos) que le dan al agua sabor y color, también quedan eliminadas.
No hay productos químicos, sino un filtro de membrana de fibra hueca. Tiene capacidad para limpiar 6000 litros de agua, lo que equivale a 2 litros de agua diarios (cantidad recomendada) a lo largo de 8 años. Se introduce el agua sucia, se cierra la botella, se acciona una palanca (que genera la presión necesaria para hacer pasar el agua por el filtro) y en segundos está lista el agua potabilizada.
Llegados a este punto… con este invento se podrían eliminar buena parte de los problemas de agua potable en todo el mundo, y no sólo los derivados de catástrofes naturales. El único aspecto a salvar es… el económico. Estas botellas (también hay garrafas de 25 litros), cuestan 400 dólares. Teniendo en cuenta su vida útil el coste por litro de agua es de diez céntimos de dolar al día. En fin… de momento quien más le está sacando partido a este invento es el ejército estadounidense.