El oso pardo es el símbolo de los Pirineos y durante mucho tiempo ha sido objetivo de cazadores, por lo que la especie se encuentra en peligro de extinción.
Con el objetivo de evitar su desaparición, en los últimos años se han llevado a cabo diferentes iniciativas, por ejemplo, el Proyecto Life que recupera las poblaciones de osos pardos en lugares donde las mismas estuvieran en estado agónico sin ninguna posibilidad de recuperación con los ejemplares supervivientes. De esta manera se han desarrollado programas de reintroducción y conservación.
El último plan ideado por el Gobierno para proteger la especie consiste en crear una patrulla “osera”. El objetivo es reducir la mortalidad de la especie, contribuir a la erradicación de actividades ilegales, facilitar la implicación de los sectores sociales en las tareas de conservación de la especie, incrementar el nivel de sensibilización de la población y fomentar el desarrollo socioeconómico de la comarca.
Esta actuación se desarrolla entre la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino en colaboración con la Generalitat de Catalunya.
La patrulla, a la que se le ha dotado de equipamiento y tecnología avanzada, está formada por personal local con amplio conocimiento tanto de la geografía local, los recursos naturales de la zona y la biología de la especie, como de la actividad del Valle de Arán.