Emergencia alimentaria en Guatemala

Imagen: UNICEF/Guatemala/KRobberts
Imagen: UNICEF/Guatemala/KRobberts

La población guatemalteca se haya en un estado de “calamidad pública” a consecuencia de una grave hambruna. Así lo ha declarado el presidente del país centroamericano, Álvaro Colom. Muchos de sus ciudadanos, especialmente los campesinos, viven en la extrema pobreza a consecuencia de una prolongada sequía que ha acabado prácticamente con todas las cosechas.

Necesitan ayuda urgente. El presidente Colom, que anunció medidas punitivas para los especuladores que traten de aprovechar la situación para enriquecerse, ha pedido ayuda internacional ya que necesita 48 millones de dólares para dar de comer con urgencia a unas 350.000 familias que se encuentran en condiciones desesperadas.

Naciones Unidas, a través de su Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), también ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional ante la “grave crisis alimentaria” en Guatemala. De hecho, advierte de que al menos 25 niños han muerto y el 50% de los menores de 12 años padece algún grado de desnutrición.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha dispuesto el envío urgente de 20 toneladas adicionales de galletas de alto contenido nutritivo para que se distribuyan en las zonas más afectadas. Estas provisiones se suman a las que el PMA reparte normalmente en el país. Pero se necesita más.

La OCHA ha desplegado una misión de asesores que definan una estrategia de asistencia frente al desastre, y pedirá recursos urgentes al Fondo Rotatorio Central para Emergencias (CERF).