Cualquier excusa es buena para concienciar y fomentar el uso de productos adaptados y lograr una mejor calidad de vida de nuestros mayores. Esto, precisamente, es lo que ha hecho ‘Mundoabuelo‘, involucrándose de manera solidaria en ‘A la deriva’, la recién estrenada película del director Ventura Pons.
La idea de ‘Mundoabuelo’, una serie de tiendas abiertas por toda la geografía española, ha sido brillante. Ha participado en el largometraje asesorando y cediendo el material necesario para la ambientación de la enfermería de una residencia geriátrica en la que transcurre gran parte de la trama.
Pero no sólo se trataba de mostrar camas articuladas, sillas de ruedas que utilizan varios personajes, sillones de relax en los que descansan los enfermos, camillas, etc. El objetivo de ‘Mundoabuelo’ ha ido más allá y ha sacado partido de la historia de Ana, una enfermera que vuelve de África y es contratada como guardia de seguridad en un exclusivo centro de salud.
‘Mundoabuelo’ apunta con su inmersión en el cine a que las ayudas técnicas y una vivienda accesible son fundamentales para que los mayores continúen gozando de una óptima calidad de vida. Asimismo, la conocida franquicia pretende trasmitir valores de ayuda y servicio con el loable fin de mejorar la calidad de vida de las personas mayores y de aquellas con algún tipo de discapacidad.
Es digno de alabanza que esta marca, junto a su faceta más comercial, mantenga una política de solidaridad para conocer las necesidades de los mayores. Sin que baste con esto, ‘Mundoabuelo’ colabora a paliar y mejorar sus necesidades mediante donaciones, patrocinio de eventos y descuentos especiales. Hermoso ejemplo.