Concluida la emergencia, comienza la rehabilitación en Filipinas e Indonesia

Foto: Acción contra el Hambre
Foto: Acción contra el Hambre

Los tifones Ketsana y Parma, en Filipinas, y el fuerte terremoto que sacudió, una vez más, Indonesia hicieron saltar las alarmas de emergencia, llamada a la que respondieron rápidamente las ONG y la comunidad internacional para atender a los afectados. Acción contra el Hambre fue una de las organizaciones que acudió a las zonas afectadas para la intervención de emergencia, que consistía en labores de evacuación y atención de las necesidades básicas de los miles de damnificados, proporcionándoles un techo, ropa, alimentos y asistencia médica.

Ahora, concluida la emergencia, comienza la reconstrucción o rehabilitación. Según explica Acción contra el Hambre:

 “queda por delante una ardua labor por realizar. Comienza ahora el restablecimiento del acceso al agua, la vigilancia de las condiciones y hábitos higiénicos; y el apoyo a las familias afectadas que se encuentran en condiciones de inseguridad alimentaria”.

La organización destaca que la financiación de la  Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y de la Obra Social de Caja Madrid ha sido vital para ofrecer una primera respuesta a la población y continuar las labores de rehabilitación.

En Filipinas, los equipos de la organización están terminando de limpiar las zonas a las que ya ha podido regresar la población, acto seguido comenzarán las actividades de promoción de higiene en las escuelas,  seguimiento de los puntos de agua instalados y gestión de residuos sólidos.

Mientras en Indonesia, a raíz de los terremotos que sacudieron la provincia de Padang, en la isla de Sumatra, Acción contra el Hambre ha establecido 15 puntos de agua de alta capacidad, mientras que, según recuerda, el acceso a las zonas más remotas sigue siendo extremadamente difícil debido a los corrimientos de tierra que se vienen produciendo desde el inicio de la temporada de lluvias.

«Algunas aldeas de las zonas rurales están prácticamente destruidas. Es en ellas donde Acción contra el Hambre está prestando especial atención para que no caigan en el olvido. Por ello, ha iniciado un sistema de vigilancia de la seguridad alimentaria, ya que las familias deberán hacer frente a grandes gastos las próximas semanas para reconstruir sus medios de subsistencia».

Teniendo en cuenta estos gastos significativos y circunstancias imprevistas, Acción contra el Hambre advierte de que el riesgo de que los presupuestos destinados a la alimentación y a la salud se vean recortados es inminente. Mientras, los precios de los alimentos han aumentado considerablemente después de los terremotos (de un 10 a un 50%), la organización está evaluando la conveniencia de establecer a largo plazo actividades de ‘dinero por trabajo’.