Los pequeños signos de pre-demencia pueden ayudar mucho a tratar a tiempo y con mejor diagnóstico las enfermedades neurodegenerativas. Por este motivo, me parecen muy importantes los resultados que ha conseguido un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford (Inglaterra).
Durante 20 años, estudiaron a un grupo de 241 voluntarios sanos de edad avanzada con pruebas especialmente pensadas para medir sus capacidades intelectuales y cognitivas.
Tras repasar los resultados, los investigadores se dieron cuenta de que existían pequeños indicios en algunas de esas personas que delataban un posterior problema de salud.
Al parecer, existen pequeños factores indicativos que son fáciles de detectar. Se trata de los relativos al lenguaje. En concreto, los pacientes que desarrollaron una discapacidad cognitiva leve o «predemencia» tuvieron problemas en tareas que requerían expresión, aprendizaje y memorización del lenguaje.
Cosas tan sencillas como dificultad a la hora de recordar el nombre de objetos comunes, o problemas a la hora de expresar una idea o el significado de una palabra son indicios a tener en cuenta. Y es que esto cobra su sentido: en la enfermedad del Alzheimer, los primeros síntomas empiezan por estos pequeños detalles. De ahí la importancia de localizarlos pronto para poder empezar cuanto antes el tratamiento adecuado.