¿Adiós al mercurio de los empastes dentales?

Imagen de una bocaEn 1991, la Organización Mundial de la Salud confirmó que el mercurio presente en la amalgama dental es:

“La fuente no industrial más importante de emisión de vapor de mercurio, exponiendo a la población afectada a niveles de mercurio que superan con creces los establecidos para los alimentos y para el aire”.

Noruega y Suecia ya han prohibido el uso de empastes dentales con este componente y otros países tienen restricciones o recomendaciones de no uso para ciertos grupos poblacionales como embarazadas, niños y personas con problemas renales, hepáticos o inmunológicos.

Según el Documento de Política General de la OMS de 2005 «El Mercurio en el Sector de la Salud» el mercurio es muy tóxico, en particular cuando se metaboliza para formar mercurio de metilo. Puede ser mortal por inhalación y perjudicial por absorción cutánea. Alrededor del 80% del vapor de mercurio inhalado pasa a la sangre a través de los pulmones. Puede tener efectos perjudiciales en los sistemas nervioso, digestivo, respiratorio e inmunitario y en los riñones, además de provocar daños pulmonares.

Con todo esto no te quiero asustar, yo creo que todos los de mi generación debemos tener algún empaste de mercurio en la boca, pero lo que sí es cierto es que cerca de 70 grupos de defensa de la salud y del medio ambiente han exigido la eliminación de este compuesto en los empastes dentales.

Esto ha ocurrido durante una reunión sobre el futuro del sector organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Suiza. Durante el encuentro se ha presentado una petición que urgía a la organización a elaborar un calendario para la retirada de los empastes producidos con este material.

Según Ecologistas en Acción,  el mercurio utilizado en los empastes puede recorrer largas distancias en su viaje por la atmósfera, por lo que plantea  una importante amenaza para la salud humana y para el medio ambiente.

Las ONG firmantes reclaman asimismo un fomento decidido de las alternativas libres de mercurio y animan a la OMS a seguir avanzando en este sentido para garantizar un cuidado médico dental a toda la población.

Además, controlar la contaminación que causa el mercurio suele  ser muy costoso , explica la ONG, por lo que, según su punto de vista:

«La mejor opción desde un punto de vista económico es que el uso de empastes libres de mercurio sea la norma y no una excepción».