El massís del Montseny (del latín Mont Signus) es una auténtica montaña-isla desde la que se obtienen magníficas vistas hacia los llanos de las tres comarcas catalanas que lo rodean: el Vallès, Osona y la Selva. Parque Natural desde 1987, tiene una superficie protegida de 31.063 hectáreas.
En mi camino hacia la cumbre, me llama la atención un frutal florido junto a un prado donde pastan unas vacas. El atardecer proporciona al conjunto una luz especial. Paisajes de cultivos y ganado hablan de la importante presencia humana y del intenso aprovechamiento de los recursos naturales que desde antiguo tiene lugar en esta montaña. La población en el Montseny data de tiempos prehistóricos: dólmenes, necrópolis e importantes vestigios ibéricos como el asentamiento fortificado de Montclús, así como numerosas ermitas de origen románico, castillos medievales y masías, son testimonio de una montaña humanizada. En la actualidad, la principal actividad económica está vinculada al sector terciario, mientras que las actividades agrícolas, forestales y ganaderas han pasado a tener un carácter más lúdico. Muchas masías, abandonadas durante el siglo pasado, se han transformado ahora en primeras y segundas residencias. La interacción entre el hombre y la montaña continúa hoy en día.
Fotografía: Turó de l’Home, Montseny, Barcelona. © Andoni Canela