Lo que queda de la Cumbre de Cancún

Cartel de una de las conferenciasComo ya sabéis, el pasado 10 de diciembre finalizó la Cumbre de Cancún, la 16ª reunión de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que buscaba un pacto para conseguir un acuerdo de emisiones post-Kioto y que no se puedo alcanzar en Copenhague.

El resultado: agridulce. Dulce porque se han tomado decisiones y amargo porque la oposición de Bolivia y  las ediciones anteriores han demostrado que la toma de decisiones en este tipo de acuerdos suele acabar en papel mojado.

Las decisiones más importantes al respecto son la adaptación al cambio climático, deforestación, reducción de emisiones y la movilización de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2012 para proyectos climáticos en naciones en desarrollo.

En uno de los documentos se asientan los compromisos obligatorios de reducción de emisiones de países industrializados dentro del Protocolo de Kioto, en el otro las metas voluntarias de los demás países, inclusive Estados Unidos, que nunca quiso ratificar el famoso protocolo.

Pero seguramente la decisión más importante ha sido la creación de un fondo de financiación que gestione una parte  de los 100.000 millones de dólares anuales prometidos por países desarrollados a partir de 2020 para apoyar a países pobres en los desafíos del cambio climático. Éste se compondrá de una junta de 24 miembros, repartidos en partes iguales entre países desarrollados y en vías de desarrollo, y sería administrado de manera provisional en los primeros tres años por el Banco Mundial . Tan sólo nos queda esperar que no caiga en saco roto y que todas estas decisiones ayuden a mejorar a conservar el planeta.