Como a los hombres, no se puede comprender el presente de una nación sin conocer su pasado. La historia del hombre que mostramos a continuación es, en cierta manera, la historia de Irlanda.
Shane O’Doherty fue uno de los muchos irlandeses que vivió el ‘Domingo Sangriento‘, día en el que la policía británica abrió fuego contra una manifestación irlandesa desarmada. Ver la violencia con la que se trataba a sus compatriotas hizo que se uniera a la lucha armada por la independencia de Irlanda. Huídas, cartas bombas y discursos nacionalistas eran su día a día hasta que fue detenido y condenado a 30 cadenas perpetuas.
Hoy se ha convertido en un ejemplo para muchas personas, pero no como mártir por «Isla Esmeralda», sino por ser el primer terrorista que ha pedido perdón a sus víctimas y dedicar su vida a hacer apología de la no violencia.
¿Qué lleva a un niño irlandés de 15 años a alistarse en una organización terrorista?
El IRA ha sido una parte constante de la historia de Irlanda entre 1916 y 1918 durante la Guerra de Independencia contra Gran Bretaña. Una pequeña parte de la isla no era libre (la actual Irlanda del norte) y desde 1921 algunos grupos usando el nombre del IRA intentaron liberarla. El IRA primigenio tenía en gran consideración a los padres fundadores de la libertad, y más o menos cada década varios grupos han utilizado ese nombre y han usado la violencia para liberarla. Cuando era niño en Irlanda del Norte, los católicos eran ciudadanos de segunda y sufrían discriminaciones religiosas. Debían emigrar para buscar trabajo y los derechos civiles eran violados por el Gobierno protestante y la policía, por eso surgió el IRA para defender a los católicos. Muchos jóvenes respondieron a la llamada poniendo en riesgo su vida para defender a sus compañeros católicos y su fe. Esa potente mezcla de nacionalismo, religión y deseo de libertad hizo que me uniera al IRA cuando sólo tenía 15 años. Unirse a grupos para defender a tu gente es fácil, pero este tipo de acciones siempre acaban en ataques violentos y los defensores acaban convirtiéndose en atacantes.
¿Cree que su situación puede repetirse en otros jóvenes?¿Cómo podemos evitarlo?
¡Por supuesto! Ocurre ahora mismo en Irlanda del Norte, donde disidentes del proceso de paz reclutan a jóvenes de zonas marginales del interior donde no hay trabajo y hay una tradición contra la policía. Esto requiere una intervención para evitar este tipo de explotación de la juventud. Debemos trabajar en las áreas deprimidas para dar a nuestros jóvenes oportunidades y los líderes de la comunidad deben desestimar la violencia como la solución de todos los problemas. En particular, los veteranos de anteriores campañas deberían usar los medios para contradecir la gran mentira de que atentar y matar hacen del mundo un lugar mejor.
Tu arrepentimiento llega en la cárcel, cumpliendo condena por los atentados. ¿Cómo se pasa de ser un activista convencido a pedir perdón?
El IRA estaba intentado expandirse en la comunidad católica, haciendo llamamientos por la defensa de valores católicos y símbolos como las iglesias que eran atacadas por muchedumbres protestantes. Este potente cóctel de religión y nacionalismo unido a una lucha por la libertad hizo que muchos jóvenes fueran fácilmente engañados para pertenecer a grupos violentos.
Mientras tanto, sus familias y amigos, junto con algunos profesores y religiosos intentaban que volviesen con ellos y que abandonasen el IRA. Enfrentamientos con parientes y amigos sobre la inmoralidad de la violencia eran frecuentes. Algunos incidentes violentos que acabaron con la vida de civiles inocentes causaron dudas sobre el camino de la violencia. Muchos fueron los jóvenes que abandonaron el IRA en el inicio.
Voté por una tregua un año antes de mi arresto. Y durante esa tregua fui detenido en mi casa. Habíamos aceptado que la violencia era un error, estaba causando más injusticias que las que se querían solucionar.
A pesar de ello me condenaron a 30 cadenas perpetuas. A mi no me importaba admitir que la violencia no era el camino, a las víctimas se les debe respeto y perdón. Tras mi condena por las bombas de Londres, pasé 14 meses solo y desnudo en una celda de aislamiento, pues me negaba a llevar el uniforme de criminal en una cárcel inglesa.
Durante este intenso periodo de protesta y aislamiento, después de estar un año en prisión preventiva, luché contra mi mismo para encontrar la fuerza y desvincularme de una vez del IRA . En la cárcel me liberé de la guerra, de la intensidad de la violencia y pude aceptarme a mi mismo y a Dios. Luché con las autoridades carcelarias para que me permitieran escribir a las víctimas e intentar disculparme. Después de un año de disputas, el Gobierno me lo permitió. Mucha gente estaba cabreada por que un militante del IRA se arrepintiese, ellos preferirían que nunca lo hubiera hecho.
Se convierte en uno de los primeros terroristas del IRA en pedir perdón oficialmente a sus víctimas. ¿Recibe alguna presión por parte de sus militantes?
Los presos del IRA estaban sorprendidos y horrorizados de mi decisión. El talón de Aquiles del IRA era la identidad católica dentro de sus jóvenes voluntarios. Mi conversión, vino motivada por el rechazo de la violencia y aceptar que la vida es sagrada. Tuve amenazas de algunos prisioneros, que temían que me hubiese convertido en un soplón, pero al ver que mi motivación de promover la paz era sincera, me aceptaron. Creo que al ver que lo medios atacaban mi “conversión”, ellos tuvieron sus dudas sobre hacer lo mismo.
En la cárcel emprende una campaña de cartas para pedir perdón. ¿Tiene respuesta?
Si hay algo en lo que el IRA, el Gobierno británico, los medios y las autoridades carcelarias estaban de acuerdo es que nadie quería que pidiese perdón a las víctimas. Una disculpa sincera es un cambio en el juego, lo trastoca todo. Nadie quería tal cambio, ni siquiera algunas víctimas. En cualquier caso, la mitad de las víctimas estaban contentas, y la otra mitad mandaron mis cartas a los periódicos ingleses más sensacionalistas .»Enfado por la disculpa del terrorista”… Mal si lo haces, y también si no lo haces…
¿Ha aceptado la sociedad su arrepentimiento?
Cumplí condena durante 14 años y cuando salí estudié en el Trinity College. Estudié Inglés (anteriormente hablaba gaélico antiguo), Filosofía y hace un par de semanas acabé mi máster en Informática. Siempre he trabajado desde mi liberación. Escribí un libro sobre mi vida y hay compañías americanas interesadas en comprar los derechos para una película. Continúo trabajando intensamente sobre todo en acciones sociales y con gente sin hogar. Los irlandeses han aceptado mi arrepentimiento, los ingleses lo aceptaron… pero en América la gente no cree que un individuo pueda cambiar, siempre te encasillan en tu pasado.
En España se ha publicado mi biografía ‘No más bombas’ y me gustaría que se leyese, sobre todo en el País Vasco. No me has preguntado si yo he aceptado las disculpas británicas por 800 años de guerra con Irlanda, por un siglo rompiendo nuestro pueblo o por los 300 años de dominación católica sobre los irlandeses. Somos un pueblo que no ha tenido gobierno en nuestra nación natural. Nuestros vecinos continúan teniendo a Irlanda del Norte como también tienen a Gibraltar. Pregúntame sobre eso. Mi sangre continúa corriendo en venas patrióticas. Sigo siendo irlandés y católico.
¿Qué opina del problema del terrorismo en España? ¿Cuáles son los pasos que se tienen que seguir para poder conseguir nuestro ‘Acuerdo de Belfast’?
¿Terrorismo en España? No hay más terrorismo en España que el que hay en los corazones. Las falsas ideologías hacen que los jóvenes se hagan asesinos profesionales bajo el propósito de hacer un mundo mejor. La violencia siempre crea más injusticias que las que pretende curar.
La violencia es un falso dios que destruye a lo que pretende servir en el momento en que las armas se convierten en las reinas de una cultura, aterrorizan a los intelectuales y políticos con la amenaza de la muerte por no adorar a su altar de racismo y destrucción. Aterroriza a los camaradas y presos que quieren el cambio. A los periodistas y a los curas. El cáncer del terrorismo debe ser combatido por la cultura vasca. Esta es más poderosa que las armas, el asesinato, la extorsión… ¿La cultura vasca debe ser representada por una panda de jóvenes asesinos? Por supuesto que no. El terrorismo está erróneamente en los corazones. Los asesinos no son una parte de los políticos. Pero los que se arrepienten y se dedican al servicio público, tal vez puedan serlo…
¿Qué es lo que le de verdad le importa?
El liderazgo de los jóvenes importa, hacia el bien, hacia la justicia, hacia el respeto hacia el prójimo.
¿Qué le motiva para continuar la lucha por la paz?
El problema de las armas en la sociedad, donde toda actividad intelectual y artística esta sujeta al nihilismo armado, donde la gente es asesinada por gente que se cree mejor que cualquiera… nosotros en Irlanda seguimos en su día la falsedad de las armas como nuestras salvadoras, pero trajeron terror a muchos. Es un milagro que nos hayamos liberado de ellas.
Estoy leyendo ahora un libro de España de Ernest Hemingway, ‘Por quién doblan las campanas‘, que me ha inspirado a escribir mi biografía. Os invito a leerla.