
El Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) realizó hace justo un año el primer trasplante pulmonar mediante la técnica ex vivo. José Luis Campo-Cañaveral de la Cruz, residente de cuarto año de Cirugía Torácica y miembro del equipo de trasplantes de pulmón del hospital, nos cuenta cuáles son las enfermedades que pueden desembocar en un trasplante, sus riesgos y sus diferencias respecto a los practicados con otros órganos. Lo hace en una entrevista realizada por Raquel Salinero, que participa en el Máster de Comunicación Social y Accesibilidad de la Universidad Rey Juan Carlos y Servimedia.
Este hospital fue pionero en utilizar la técnica de perfusión ‘ex vivo’ con un donante en parada cardíaca, ¿en qué consiste?
Existen cuatro tipos de donantes en parada cardíaca o asistolia. Los tipos tres y cuatro son los que nos interesan. Los primeros son los controlados –sufren la parada cardíaca en el hospital– y los de tipo cuatro los no controlados –sufren la parada cardíaca en su casa–. En ningún sitio del mundo se usan estos últimos donantes porque no hay tiempo para valorar los antecedentes del fallecido. Sin embargo, este hospital y el Hospital Clínico de San Carlos son pioneros en el uso de estos donantes, para lo que se pone en marcha un protocolo muy complejo.
¿En qué consiste este protocolo?
El Servicio de Urgencia Médica de la Comunidad de Madrid (Summa) y los Servicios de Emergencia tienen que llegar en menos de 15 minutos a la casa del fallecido para hacer la reanimación cardiopulmonar avanzada. Después, han de llevarlo al hospital y poner en marcha un mecanismo que implica anestesistas, intensivistas y cirujanos. Los pulmones se deben enfriar de forma atópica y con un sistema de circulación extra corpórea. Mientras tanto, se ha de avisar al juzgado para proponer al fallecido como donante, informando y pidiendo permiso a su vez a la familia.
El equipo que realiza el trasplante debe ir al hospital y valorar los pulmones, todo ello en menos de dos o tres horas. Como la valoración es deficiente porque no disponemos de excesiva información sobre el donante –como sí ocurre en el caso de los que lo son por muerte cerebral o por parada cardíaca controlada–, en lugar de trasplantar los pulmones directamente los ponemos en una máquina que los oxigena y les introduce un líquido (como la sangre o medicamento). Si los pulmones están funcionando bien en la máquina es de prever que lo harán en el cuerpo humano.
¿Cómo beneficia esta nueva técnica? ¿Puede aumentar el número de trasplantes?
Permite evaluar los pulmones e incluso tratar de aplicarles antibiótico si adolecen, por ejemplo, de neumonía. No obstante, aún nos encontramos en fase experimental. Esta técnica también puede usarse para recuperar pulmones que en principio desecharíamos, como en el caso de un pulmón con edema (agua dentro del órgano), ya que permite retirar el agua, haciendo que los pulmones oxigenen bien y puedan ser válidos para el trasplante. En este hospital hemos realizado once perfusiones ‘ex vivo’, aunque cuatro de ellas no se han implantado debido a que los pulmones no reunían los criterios óptimos para el trasplante.
¿El trasplante de pulmón le parece una operación especialmente complicada?
Todos los trasplantes son complejos, ya que sustituyes un órgano con una función deficitaria por otro, dejando al cuerpo momentáneamente sin la función de ese órgano. El caso del pulmón es más complejo porque hay menos experiencia que con otros órganos.
¿En qué casos se hace necesario realizar un trasplante de pulmón?
Hay una serie de patologías pulmonares, enfermedades terminales que no tienen otra opción terapéutica salvo el trasplante. Este se realiza cuando la patología ha llegado al extremo y no existe otro tratamiento médico ni quirúrgico que se le pueda ofrecer al paciente. Sólo entonces se valora la posibilidad de trasplantar. Lo más común es que se trate de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), sobre todo tipo enfisema.
¿Qué pasos debe seguir una persona que necesite un trasplante de pulmón?
En primer lugar debe valorarla el neumólogo del hospital correspondiente, y éste tiene que referir al paciente a un Centro de Transferencia de Trasplante. Una vez que llega se activa un mecanismo para ponerlo en lista de espera, cuya duración depende en gran medida del país y del centro. En este hospital la media es de un año o año y medio.
¿Qué cualidades ha de tener una persona para ser un buen candidato para un trasplante de pulmón?
Cuando una persona se somete a una intervención quirúrgica de estas dimensiones, sea cual sea el trasplante, el estado del paciente debe ser el mejor posible: estar bien nutrido, en buena forma física y con una serie de parámetros correctos, como el Índice de Masa Corporal, que debe estar en un rango concreto. El motivo de todo ello es que los pacientes puedan estar en buenas condiciones para superar el postoperatorio.
Según el Registro Anual de Trasplantes, sólo dos de cada cinco receptores de trasplantes están vivos pasados 5 años desde la intervención, ¿merece la pena someterse al trasplante?
En muchas de las patologías en las que está indicado el trasplante pulmonar se está cuestionando cómo de necesario es este debido a que la supervivencia tras él se parece bastante a la que tendría el paciente sin haberlo efectuado. Actualmente, los datos de la Organización Nacional de Trasplantes y de la Asociación Internacional (ISHLT) dicen que la supervivencia a los cinco años está alrededor del 50 por ciento. Parece que en los últimos años los datos el porcentaje aumenta al 60 e incluso 63 por ciento. En nuestro grupo tenemos buena supervivencia, alrededor del 60 por ciento a los cinco años.
¿Cuál es el procedimiento con donantes vivos?
Es un procedimiento muy complejo que actualmente solo se realiza en Brasil, Japón y Estados Unidos. El donante se somete a una cirugía con muchos riesgos y una mortalidad considerable también para ellos. Además, el pulmón no es como el hígado, que consigue regenerar los hepatocitos. Si el donante es una persona sana se puede quedar con una buena función pulmonar, pero el riego es demasiado alto. Por eso muchos grupos de trasplante no lo plantean como alternativa real.
¿Cree que el futuro está en los pulmones artificiales, la denominada regeneración funcional completa del tejido pulmonar?
Actualmente la cuestión está siendo evaluada en infinidad de centros y se están consiguiendo grandes avances. No obstante, aún estamos muy verdes en ese sentido y no podemos ofrecer nada definitivo a los pacientes. Sin duda, un pulmón artificial biocompatible sería una solución muy positiva, pero aún estamos lejos.