El otro día comentaba a mi jefa que llevo años sintiendo una necesidad imperiosa de colaborar en alguna ONG, pero que, por desgracia, el ritmo frenético que llevo no me deja tiempo casi ni para descansar.
Padezco el estrés de las prisas, como casi todos los periodistas, de eso no tengo duda. Pero, he decidido que tengo que sacar tiempo para convertirme en voluntaria porque, a pesar de la ayuda que pudiera brindar a los demás, estoy convencida y soy de las que pienso que nada se hace de forma totalmente altruista porque, al final, casi todas las personas que ayudan al prójimo afirman que lo que se llevan ellos en su buena acción, les recompensa con creces el esfuerzo.
Bueno, la verdad es que estoy dando un poco de vueltas para contaros que he encontrado lo que estaba buscando: un proyecto al que dedicar mis ratos libres. Se llama ‘Microvoluntarios’, es de la Fundación Bip Bip y hace posible que muchas de las personas que tenemos esas ganas de colaborar con organizaciones de este tipo y que dispongamos de poco tiempo, pero sí las ganas, podamos hacerlo de la manera más sencilla. Así, podré colaborar tanto con ONG que se dedican desde España a la acción social, como con organizaciones que se dedican a la cooperación y el desarrollo más allá de nuestras fronteras.
Me he encontrado un vídeo, que os adjunto, que no tiene desperdicio. Más o menos nos cuenta la política que tiene este proyecto, pero de una forma graciosa, con un humor despampanante, imbuyéndolo todo con un hilarante y casi dramático sentido zen (todo lo que haces se te devuelve; quien siembra, cosecha) y diciéndonos, sin decirnos, que los voluntarios que aportemos nuestro trabajo ganamos puntos para quemar nuestro Karma.
En fin, es un poco complicado de explicar porque mezclan voluntariado al uso con filosofía oriental, pero en lugar de explicároslo yo misma, os invito a que os llegue el mensaje desde la fuente primigenia: ‘Microvoluntarios’:
Además, según cuentan en su página web los organizadores, ‘Microvoluntarios’ nace con la intención de que los ‘microvoluntarios’ realicen de forma altruista las ‘microtareas‘ que cuelgan en el portal. Éstas se pueden realizar desde un ordenador con conexión a Internet en un tiempo estimado de entre 15 a 120 minutos. ¿Quién no dispone de 15 o 30 minutos, a lo poco, para colaborar desde casa en algún empeño loable?
Animación, creación de carteles y blogs, asesoramiento legal, difusión de cuestionarios, idear banners, mecanografíar, traducir, difundir información, ayudar a crear bases de datos… Vaya, que hay tareas para todos los gustos y clasificadas por categorías e, incluso si te interesa, por ONG. Seguro que tú y yo podemos encontrar algo que cuadre con nuestro perfil.
En este sentido, los ‘microvoluntarios’ nos podemos inscribir en las ‘microtareas’ que más nos gusten y mejor se adapten a nuestros conocimientos, preferencias o habilidades. Y una vez realizadas, lo dicho, nos dan ‘puntos karma’ como una forma de agradecer nuestro trabajo, nuestra colaboración, nuestro empeño cumplido.
En serio, lo que más me ha gustado de ‘Microvoluntarios’ es además de la facilidad con la que podré desempeñar mi función de voluntaria de aquí en adelante, el sentido del humor que ponen en su vídeo, en sus explicaciones para hacernos partícipe de algo tan hermoso como es el voluntariado.
De hecho, hay un enlace llamado ‘ayuda’ (en el que te explican mediante vídeos-presentaciones cómo inscribirte, cómo colgar tareas, cómo hacerlas y cerrarlas, cómo otorgar los puntos y, en fin, cualquier duda que pueda surgirte para ser partícipe de esta gran iniciativa) con una musiquilla de fondo tipo yoga, relajación o algo similar que, personalmente, ha golpeado mi corazoncito. Algo así como si me dijeran que puedo dedicar esos 15 o 30 minutos que me sobran y después, de alguna forma, no sé cómo ni porqué, me llegará un trocito de paz, esa ansiada paz de que se te devuelve después del trabajo bien hecho.
Vaya, que la idea de una página para ayudar al prójimo ilustrada de una forma un tanto zen, ahora que está tan de moda todo lo que viene del oriente lejano, me parece una idea curiosa, brillante y estimuladora. Los que no teníamos tiempo, pero sí la intención de colaborar con ONG, ya no tenemos excusas. Yo, Dios mediante, porque jamás ha sido mi fuerte eso del compromiso, la disciplina y la constancia, me propongo, al menos de vez en cuando, elaborar alguna nota de prensa para aquellas ONG que no dispongan de periodistas y sí de información susceptible de ser publicada de la forma más amena y con gancho periodístico para lograr una mayor difusión.