
Mientras el mundo entero centra su atención en Japón y en el Norte de África, siguen ocurriendo cosas graves en otras partes del mundo y las ONG, incansables, nos lo recuerdan. Este es el caso de Save the Children que sigue alertando de la seria crisis humanitaria que se está extendiendo en Costa de Marfil, donde se estima que un millón de personas, la mitad de las cuales son menores de edad, se han visto obligados a dejar sus hogares y cientos han sido asesinados desde el inicio del conflicto tras las elecciones presidenciales de noviembre de 2010.
La coodinadora de Emergencias de la entidad, lo explica con estas palabras:
“La violencia se incrementa en Abidjan y en el oeste del país y la gente sigue abandonando sus casas. A pesar de que la creciente inseguridad dificulta la entrega de ayuda, Save the Children está respondiendo a las necesidades de los desplazados enviando ayuda humanitaria y centrando nuestros esfuerzos en las áreas donde se concentran la mayoría de las familias desplazadas”.
Por todo ello, Save the Children está distribuyendo utensilios básicos de higiene y cocina que las familias no pudieron llevarse consigo cuando abandonaron sus casas como mantas, jabón, toallas, detergente, platos y cubiertos de plástico y cubos para lavar. De esta manera, les resulta más fácil recuperar el sentido de normalidad a pesar de la dura situación a la que se enfrentan.
Tenemos que ser conscientes de que estas familias han perdido mucho y de que hay personas en el mundo, como los voluntarios de la ONG para la infancia, que están haciendo todo lo que está en su mano para asegurarse de que puedan mantener el sentido de normalidad, de que los hijos de estas personas estén calientes y que puedan cocinar su propia comida. Muchas de estas familias han tenido que refugiarse en casas de parientes.
Hay muchos, muchos niños que pasan por esta experiencia en Costa de Marfil. Mineo me cuenta que han hablado con un niño que tuvo que cruzar un bosque en Abidjan para ponerse a salvo de los fuertes combates que se estaban produciendo o con otra niña, de siete años, que les contó que se había escondido en el monte junto a su familia, cargando con sus pertenencias en un bolso y su hermano pequeño en la espalda.
Hay que tener en cuenta que con el aumento de la violencia y de los desplazados cada vez son más los niños y niñas que quedan fuera de la escuela. Actualmente un millón de niños y niñas no puede ir al colegio. Durante los próximos seis meses, Save the Children proporcionará educación de emergencia a más de 4.000 niños y niñas gracias a un convenio firmado con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. La ONG de infancia está comenzando a formar profesores y distribuyendo material escolar.
Por su parte, la ONG pide para evitar esta situación de emergencia que cese inmediatamente la violencia contra los niños y niñas de Costa de Marfil. “Esos niños han sufrido enormemente en los últimos meses y exigimos que se respeten sus derechos básicos de supervivencia y desarrollo”, añade Mineo.