
Hay personas por las que el tiempo ni pasa ni pesa. Y este es el caso de Concha Herrera que, a sus 93 años, acude puntual varias veces a la semana a la sede de Cruz Roja en Córdoba haciendo gala de una generosidad innata para agasajar a un montón de personas mayores con sus benéficos masajes.
Como reconocimiento a su solidaridad, a su misión personal, a este derroche de afecto, ahora le toca el turno a ella: recibir una recompensa, una mención, un galardón en reconocimiento a su incansable esfuerzo. Por ello, esta voluntaria de la institución humanitaria cordobesa acaba de recibir en Logroño, el pasado 10 de mayo y de manos de la Reina Doña Sofía, la Medalla de Oro de Cruz Roja (ver foto más abajo).
Concha, como cualquiera puede imaginarse teniendo en cuenta su longevidad, es una mujer vitalista en la que parece que el pasar de los años no hace mella en su cuerpo y su cerebro, ya que mantiene una energía desbordante para ayudar al prójimo. No en vano, aparte de dar masajes, dirige sesiones de gimnasia al medio centenar de personas mayores que hacen uso de las instalaciones de la citada sede solidaria sita en la ciudad andaluza.
Ella es natural de Ceuta, pero, como insiste, “cordobesa de adopción”. Por lo visto, la organización de Cruz Roja ha decidido galardonar a esta solidaria mujer por la “generosidad para compartir su tiempo” que, unida a su capacidad de comunicación y a su inalterable disposición para ayudar a los demás, la convierten en “un ejemplo claro del que el deseo de ser útil a la sociedad no conoce barreras”. Ni edad.
Por supuesto, a la labor de Concha, sólo en Córdoba, se unen más de 2.000 personas que contribuyen con parte de su tiempo a hacer realidad los diversos proyectos de la entidad cuyos beneficios llegan a personas mayores, niños, personas con discapacidad, inmigrantes, drogodependientes, mujeres en dificultad social, familias con escasos recursos económicos o incluso habitantes de otras zonas del mundo necesitadas de ayuda humanitaria y de programas de cooperación al desarrollo.
Pero hoy es el día de subrayar el altruista trabajo que realiza Concha. Querida voluntaria, desde este post, nuestra más sentida enhorabuena. Ciertamente, muchas personas encontrarán en ti un ejemplo para ponerse en marcha y convertirse en nuevos voluntarios que dediquen su tiempo a ayudar a los demás.