
Se llama Carmen Caneiro y lleva conviviendo con la enfermedad del Parkinson desde hace 17 años. En una noche de desvelo comenzó a escribir, y se dio cuenta de que el sufrimiento por la enfermedad disminuía. Ahora acaba de publicar su primer libro de poemas, ‘La luz del alba’ (ed. Cardeñoso). Ella misma nos ha contado su experiencia.
¿Cómo se le ocurrió hacer el libro de poemas como forma de “combatir” el Parkinson?
En realidad no se me ocurrió hacer el libro, simplemente surgió el escribir. Duermo muy mal desde hace mucho tiempo, me paso muchas horas en vela, así que al no poder dormir me ponía nerviosa y fue entonces cuando decidí empezar a escribir alguna cosa. Así, de una primera frase o palabra que plasmaba en papel, surgía los poemas, como si fuera tirando del hilo.
¿Qué tipos de poemas son los que escribe?
Hay muchos poemas sobre el tema rural, sobre la naturaleza que me rodea, mi pueblo, un valle, a un árbol… También hay poesías dirigidas a una persona en concreto, letras de amor a mis hijos, a mi marido, a mis amistades…
¿Aparece también el Parkinson en sus poemas?
De alguna u otra forma la enfermedad está patente en casi todos mis poemas, supongo que cada uno escribe de lo que es y lo que siente. No he podido evitar que la enfermedad apareciera en lo que he escrito.
¿Cómo llega a hacerse un libro con sus poemas?
A medida que iba escribiendo, comencé a acumular muchos poemas, y fue entonces cuando empecé a pensar en publicarlas,. Fue entonces cuando la editorial Cardeñoso tuvo a bien el publicármelas.
¿Qué acogida ha tenido el libro?
Muy buena, fue mucha gente a la presentación y ahora me van pidiendo libros de muchas partes. Así que se va vendiendo.
¿Cuánto tiempo lleva usted conviviendo con la enfermedad de Parkinson?
14 años.
¿Y cómo diría usted que ha sido este recorrido con la enfermedad?
Pues como digo en el prólogo, a veces mal, pero otras veces he superado importantes baches.
¿Qué es importante para que una persona con Parkinson salga adelante?
El mensaje para mi es muy claro: no quedarse solo en casa y tener siempre una actividad que hacer, porque si uno está entretenido, no vendrán los pensamientos tristes o negativos. Que sepa que si está solo le va a costar mucho salir de la situación, pero que si está acompañada por muchas otras personas que sufren la enfermedad, será más fácil salir adelante.
Deduzco que pasa entonces usted tiempo en alguna asociación de Parkinson
Sí, en la Asociación Parkinson de Vigo y me ha ayudado muchísimo. El reunirnos, vernos, el compartir el mismo problema para nosotros es muy importante. Una de las características del Parkinson es que nos vamos quedando sin voz, no le pasa a todo el mundo pero sí a muchos. Y cuando esto ocurre nos vamos retrotrayendo, dejamos de tener ganas de expresar lo que nos pasa. Y en cambio en la asociación de Parkinson saben lo que ocurre y te ayudan. Entonces no nos preocupa el quedarnos sin voz en un momento determinado.
¿Cómo es su día a día con la enfermedad?
Yo en casa ya no puedo hacer nada. Salgo todas las mañanas acompañada de una persona y por la tarde me llevan a la asociación y allí hacemos actividades.
¿El escribir los poemas qué ha supuesto para usted?
Una válvula de escape muy importante, una inyección de ilusión para hacer otras cosas, me ha dado también autoestima, y además también el poder expresar cosas y sentimientos que personas que no han pasado por esto no pueden hacer.