Ayer hablábamos de cómo a la vista de los datos y estadísticas de expansión de la telefonía móvil en todo el mundo, las ONG deben apostar por aprovechar esta tecnología para desarrollar sus iniciativas. Hoy incidimos en la idea comentando un ejemplo bastante ilustrativo.
Se trata del uso que se le da a los teléfonos móviles en países como Kenia desde el punto de vista bancario. A nivel rural el tema de las sucursales bancarias no es precisamente parecido al de España. Apenas hay sucursales o cajeros y en general casi nadie tiene a mano uno.
Ante esta situación y aprovechando la tecnología móvil la empresa de telefonía móvil Safaricom (de la que Vodafone posee el 40%) ha incorporado el servicio M-Pesa: La idea básica es que cada dueño de un teléfono sea un cajero con piernas. Una empresa guarda el dinero de sus clientes y estos hacen sus transferencias por teléfono mediante códigos. Cuando quieren hacer más ingresos en sus cuentas, los usuarios acuden a comerciantes que tienen permiso para ello.
El servicio M-Pesa se inició en 2007. En el primer año consiguieron 2 Millones de usuarios, y esta cifra ha ido aumentando año tras año hasta llegar a los 13,8 Millones en marzo de 2011 (casi un tercio de la población del país). Y en cuanto a los agentes autorizados para actuar como intermediarios entre M-Pesa y los usuarios ya cuentan con casi 27.000. «Operan en pequeñas chozas y tiendas de todo el país», explica el Banco Internacional de Pagos.
Al final, en una economía donde inundar de sucursales bancarias las poblaciones no es rentable, ha surgido (después de 4 años y a la vista de la progresión que lleva se puede decir que es de forma estable) un sistema de acceso a cuentas bancarias vía móvil. Al contrario que en el resto del mundo, estos kenianos pagan por mantener sus depósitos en lugar de recibir comisiones. Pero es la única manera de sobrevivir que tiene el banco: Por una transacción de 30 dólares los intermediarios suelen cobrar un interés de entre 30 y 40 centavos.
Y a partir de esta iniciativa que está funcionando… surgen otras posibilidades propuestas por empresas filiales o de la competencia.
Visto en Elmundo.es