Imagen de la semana: La guerra en Libia no empaña las sonrisas de los niños

Fuente: Save The Children
Fuente: Save The Children

Meses después de que comenzaran las protestas contra el régimen del dictador libio Muamar el Gadafi, Libia sigue siendo un continuo hervidero de peleas, disturbios y bombardeos, que cada día segan la vida de cientos de ciudadanos, incluidos niños y mujeres. Y es que la muerte no hace distinciones.

Ante la grave situación humanitaria que se vive en el país africano, la ONG Save The Children ha trasladado a unos 1.500 niños a Bengasi, la segunda ciudad tomada por los rebeldes más grande del país y donde la paz es muy relativa.

Muchos de ellos han perdido a amigos o familiares cercanos, y también sus hogares. Muchos han tenido que abandonar la escuela debido al peligro constante que acecha al país. Sin embargo, y a pesar de todo ello, la mayoría se evaden del mundo, limitándose a ser lo que son: niños que juegan, que ríen y que dejan volar su imaginación, para sumergirse en un mundo de fantasía, donde las bombas no tienen cabida.

Enviados especiales de Save The Children al país libio han sido testigos de ello. Y es que han podido comprobar de primera mano cómo los niños refugiados han construido un improvisado aquapark, mediante la unión de cuatro colchonetas de goma, el uso de bolsas de plástico y constantes cubos de agua lanzados manualmente. Sin duda un mundo de color y sonrisas creado en medio de un infierno de sombras y de terror.

Niño libio hablando con unas mujeres

Con el fin de crear un clima de normalidad en medio del caos, la ONG ha creado espacios lúdicos, donde los niños bailan, cantan y pintan.

Concretamente,  en el teatro de Bengasi, Save The Children organiza cada poco tiempo una tarde de actividades como modo de encuentro con más de 1.000 padres y niños, así como la creación de un periódico escrito y diseñado totalmente por los niños refugiados.

Voluntario entretiene con juegos a niños libios en Bengasi
En definitiva, una buena labor para estos ángeles de la guerra que han conseguido volver a sonreír.