Una herramienta informática traduce el lenguaje no verbal a la lengua de signos

Foto de una persona hablando en lengua de signos Todos sabemos que el lenguaje corporal, el tono de voz o la velocidad o intensidad son elementos muy importantes que intervienen en todo proceso de comunicación. Pero tal vez nunca te has parado a pensar en la dificultad que supone plasmar estos elementos paralingüísticos en lengua de signos, fundamental en los procesos de comunicación de personas con discapacidad auditiva.      

Ahora, investigadores de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han desarrollado una herramienta informática para personas con discapacidad auditiva capaz de generar, de manera automática, mensajes en lengua de signos a partir de textos escritos o señales de voz.

La principal novedad de este sistema con respecto a los que ya existen es que integra elementos del lenguaje corporal, a través de un personaje virtual (avatar) capaz de calcular tanto los movimientos de brazos y manos, como la postura corporal y la expresión facial para representar los mensajes signados.

La investigación que fundamenta este desarrollo tecnológico ha sido publicada en la revista ‘International Journal of Human-Computer Studies’ y, según la UAM:

Será una herramienta de gran utilidad para personas con discapacidad auditiva, especialmente para las que nacieron con sordera o la adquirieron en una edad muy temprana; casos en los que la baja comprensión lectora impide obtener información de cualquier texto y la única vía de comunicación es la lengua de signos

Cuando comenzaron a funcionar los primeros sintetizadores de voz, los mensajes en lengua de signos representados por personajes virtuales podían percibirse robóticos y artificiales, según la Universidad Autónoma. Para mejorar esta percepción, el grupo de investigación Human Computer Technology Laboratory (HTCLab) de la UAM lleva tiempo trabajando en la incorporación de elementos paralingüísticos como el tono, la velocidad o la intensidad que acompañan al mensaje y transmiten información adicional. Esto permite al receptor conocer el estado anímico del emisor y su relación con el contenido que está recibiendo.

La elección de los elementos a integrar no ha resultado sencilla, ya que el propio cuerpo se utiliza para transmitir el mensaje signado y un cambio inadecuado que tenga su razón en el lenguaje corporal podría modificar el mensaje. Así, el estudio ha analizado la tensión muscular, la velocidad de los movimientos y la expresión facial.

Y la muestra de su eficacia está en la opinión de las personas sordas que han evaluado los resultados de  este trabajo, quienes identificaron de forma correcta las diferentes versiones (tensa, relajada y neutra) de los mensajes y no encontraron cambios en el contenido del mensaje en lengua de signos.