Descubren el sistema de limpieza del cerebro, lo que ayudará a investigar sobre Alzheimer y Parkinson

Radiografías de varios cráneosUn equipo internacional de investigadores ha descubierto que el cerebro elimina sus desechos aprovechando los vasos sanguíneos, según un estudio publicado en la revista Science Translational Medicine.

Este hallazgo, en el que han participado investigadores de Estados Unidos, Noruega y China, podría tener en el futuro aplicaciones en la investigación de  enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.

El autor principal del artículo y codirector del Centro de Neuromedicina de la Universidad de Rochester, Maiken Nedergaard, señala que:

La limpieza de residuos es de vital importancia para todos los órganos y desde hace mucho tiempo nos preguntábamos cómo se deshacía el cerebro de sus residuos

El investigador continúa diciendo que:

Este trabajo demuestra que el cerebro se está limpiando de una manera más organizada y en una escala mucho más grande de lo que se había creído con anterioridad

El grupo de investigadores hizo este descubrimiento en ratones, cuyos cerebros son muy similares a los de  los humanos. Tras esto, los científicos destacan la importancia del hallazgo:

Tenemos la esperanza de que estos resultados tengan implicaciones para muchas condiciones que afectan al cerebro, como lesiones  cerebrales por traumatismo, derrames cerebrales, Parkinson y Alzheimer, ésta última relacionada con la acumulación de  proteínas beta-amiloides cuyo drenaje se podría potenciar

Este circuito de limpieza del cerebro recientemente descubierto ha sido denominado por los investigadores “sistema glinfático”, porque actúa de manera similar al sistema linfático, pero está gestionado por las células del cerebro conocidas como células gliales.

El estudio ha permitido saber que el líquido cefalorraquídeo tiene un importante papel en la limpieza del tejido cerebral, que es el encargado de llevar los productos de desecho y los nutrientes al tejido cerebral a través de un proceso conocido como difusión.

El sistema de limpieza del cerebro descubierto circula por todos los rincones de este órgano de manera más eficiente, a través de  lo que los científicos llaman el flujo global.

Es como si el cerebro tuviera dos recogedores de basura, uno lento que conocíamos  y uno rápido que  acabamos de  conocer