
Hoy nuestra imagen de la semana está protagonizada por Hadija, una joven nigeriana que, con tan solo 18 años, acaba de contraer matrimonio. A diferencia de muchas mujeres mayores de su comunidad, ella ha recibido una educación. En su país, no es raro que las niñas se casen con 14 años y abandonen la escuela.
Además de que el cuerpo de estas adolescentes no está formado, tampoco han sido escolarizadas lo suficiente. A juicio de Unicef, les falta formación para poder cuidarse bien ellas mismas y a su familia.
Con el objetivo de invertir esta tendencia, Unicef y el Gobierno nigeriano han puesto en marcha un innovador programa destinado a formar a cientos de jóvenes para ser maestras en zonas rurales. Además de recibir una educación, tienen garantizado un puesto de trabajo, lo que las sitúa en una posición social privilegiada al convertirse en maestras en el futuro.
Con educación, una niña se casará en condiciones y con un buen marido. Cuando dé a luz se ocupará de sus hijos, porque aprenderá muchas cosas cuando asista a clase
Son palabras de Ibrahim Shema, del centro de Educación Superior del Estado de Katsina, donde estas niñas encuentran una oportunidad para formarse.
Más de 1.000 mujeres de la Nigeria rural han participado ya en este programa, que se inició en 2008. Formar a cada una cuesta menos de 3.000 dólares y después pueden acceder a empleos en escuelas estatales, donde se convierten en educadoras y en modelos a seguir.
Os dejamos con el video que resume el trabajo de Unicef en las regiones rurales de Nigeria: