- Foto: Save the Children
Los conflictos, sean del carácter que sean, siempre salpican a los más vulnerables y los niños y las niñas sirios refugiados, lamentablemente, se están viendo muy afectados por lo que está ocurriendo en su país de origen. Y aprovechando que ayer conmemorábamos el Día Universal del Niño, hagamos el hincapie que merece el tema.
Muchos de los pequeños en Siria tienen que abandonar sus casas huyendo, como Doa´a, de 13 años, de la violencia. Esta adolescente, como tantos otros mucho más pequeños, no olvida sus últimos días de colegio. Y es que, nos cuenta:
Estábamos en clase y de repente pasó un coche y empezó a disparar al aire, tiraron un misil que explotó justo en medio del patio del colegio. Estábamos aterrados. Miramos por la ventana y había hombres armados por todas partes. Hasta que no se fueron no salimos del colegio. Llorábamos todo el rato
Algo parecido ocurrió en su vecindario. Un día otro misil cayó en la casa de al lado:
Se rompieron los cristales de nuestra casa y al salir vimos que había muerto un montón de gente. Aquí no salimos de casa, no conocemos a nadie. Echo de menos mi colegio, mis amigos y al resto de mi familia, que no pueden venir porque las carreteras están bloqueadas
Hoy Doa´a vive en un diminuto apartamento en Líbano con su madre, sus hermanas y su sobrina recién nacida, pero historias como estas las viven también decenas de miles de niños y niñas que han huido del conflicto en Siria hacia países vecinos como Líbano, Jordania e Iraq. De hecho, sólo en Líbano hay más de 40.000 niños y niñas sirios que no pueden ir a clase, aunque el número real de estos infantes afectados “puede ser mucho mayor”, según nos informan desde la ONG Save the Children, “ya que muchos de los refugiados no están registrados”.
Desde la entidad están muy preocupados porque la mayoría de los niños que han huido de Siria con sus padres no pueden ir al colegio y advierten de que esta situación “podría empeorar debido a que el número de refugiados aumenta constantemente”.
Por lo visto, nos informa Amy Mina, la directora de Save the Children en Iraq, la demanda de educación “se ha disparado” en toda la región porque miles de familias están “desesperadas” por conseguir una plaza en el colegio para sus hijos:
Pero no hay colegios suficientes para acoger a todos los niños, ni tampoco fondos suficientes para cubrir los costes de su educación. Estos niños han pasado por cosas horribles y, sin duda, necesitan urgentemente la estabilidad que la educación les proporciona, para conseguir recuperar su máximo potencial
Además, la educación para los niños refugiados es muy urgente porque resulta que, según la ONG de la infancia:
Hay niños que llevan ya año y medio fuera del colegio y cuanto más tiempo estén sin acceso a la educación, más difícil será para ellos volver a clase, corriendo el riesgo de formar parte de una generación perdida
En Líbano, Jordania e Iraq, Save the Children, con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, está logrando un gran avance en la situación de los niños refugiados, sin embargo, nos recuerda, intencionadamente, que las escuelas están saturadas y los fondos son limitados.
Actualmente, no lo olvidemos, hay unos 350.000 refugiados sirios en países vecinos y se espera que para finales de año la cifra supere los 700.000. Más de la mitad son niños.