La organización Cáritas Jerusalén desarrolla en Gaza un proyecto de asistencia médica que incluye una clínica móvil y un centro de salud, así como diversos programas de apoyo a enfermos crónicos y de acompañamiento psicosocial para niños con prótesis, a consecuencia del conflicto, y también para sus madres.
Recientemente, esta labor humanitaria se está viendo dificultada a causa de la escalada de violencia en la zona y, aunque la clínica móvil pudo mantener su actividad durante los primeros días del conflicto, ha tenido que interrumpir su labor a causa del deterioro de la seguridad en la región.
En una situación similar se encuentra el centro de salud, que ha tenido que reducir sus servicios debido a los bombardeos y al grave riesgo que suponen para toda la población, incluido el equipo médico.
Esta organización informa de que el número de víctimas en Gaza sigue en aumento, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de la grave escasez de personal médico en la Franja para atender al creciente número de heridos y resolver el problema de hacinamiento en los hospitales.
Agua, leche y pañales, las principales demandas
En su informe de situación, Cáritas indica que, además de material médico, las principales demandas son agua potable, pañales y leche maternizada, así como protectores de plástico para proteger las ventanas durante las explosiones.
La organización espera poder reanudar todos sus programas en cuanto sea posible y, además, tienen prevista la puesta en marcha de una operación de distribución de agua y alimentos a los damnificados.
Del mismo modo, quiere desarrollar un programa de reparto de botiquines de emergencia a 180 agentes comunitarios de Cáritas que han participado en un programa de formación en primeros auxilios para casos de emergencia, en virtud de un convenio con Cáritas Española y la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid).