
Llevaban realizando investigaciones desde hace ya seis años, buscando la forma de conseguir la eficiente cría en cautividad de la especie caballito de mar narizón. Por fin, lo han logrado. El esfuerzo invertido por el Grupo de Biología y Fisiología Larvaria de Peces del Instituto de Investigaciones Marinas dio sus frutos.
Conscientes de que el futuro de estos pequeños animales depende del cuidado de su reproducción y desarrollo, los investigadores comenzaron en 2006 las labores que les llevasen a descubrir cómo lograrlo. Se trata de una técnica fiable que les ha permitido que esta especie, ubicada en las costas europeas junto al caballito de mar común, crezca y alcance un perfecto desarrollo.
Hasta el momento, no se había logrado la supervivencia del más del 20%, pues precisan una temperatura determinada del agua para el éxito de sus procesos fisiológicos y biológicos, lo cual no se había logrado alcanzar todavía en cautividad.
Según los expertos, el caballito narizón es complicado en relación al desarrollo de la práctica precisa de cultivo por las dificultades de apareamiento, así como por las posibilidades que tienen los recién nacidos de sobrevivir.
De hecho, según asegura el investigador Miquel Planas Oliver, científico titular del CSIC y jefe del Grupo de Biología y Fisiología Larvaria de Peces, hasta ahora:
No existía ninguna técnica rentable y reproducible
Los primeros caballitos que nacieron y crecieron en cautividad absoluta lo hicieron por primera vez en el año 2007, a partir de un grupo que lograron capturar en la costa gallega. Además, a través del trabajo con tres niveles de temperatura diferentes, han podido certificar que a los 13 grados esta especie deja de crecer, así como que la temperatura máxima para que esto suceda se sitúa en los 23 grados.
Ante todas las pruebas realizadas y según los cálculos y observaciones llevados a cabo, los científicos del CSIC señalan que:
La temperatura idónea para la cría en cautividad del caballito de mar narizón ronda los 19-20 grados, siendo los primeros días de vida de la especie determinantes para su desarrollo futuro, especialmente a altas temperaturas
Es más, se trata de un descubrimiento que creían como imposible hasta hace un año. Ni se lo imaginaban. Y mucho menos el haber logrado que estos ejemplares criados en cautividad hayan alcanzado el doble de tamaño que aquellos que habitan en el medio natural cuando poseen 12 meses de vida.
Una vez más, la ciencia nos sorprende gratamente. Esta vez, desde las profundidades del mar y con unas criaturas que a más de uno han conquistado: los caballitos de mar, concretamente, los de tipología narizón. La posibilidad de producir ejemplares en cautividad ha permitido, por primera vez, que la especie se incorpore en el mercado de la acuariofilia con un precio de entre 60 y 90 euros por caballito.
Asimismo, este avance buscará facilitar que puedan utilizarse también para finalidades científicas y que disminuyan así las capturas de ejemplares salvajes. Los caballitos de mar han sido incluidos recientemente en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y, por tanto, está prohibida esta acción.