Es cierto que, a veces, resulta complicado ver más allá de nuestros propios problemas. Todos tenemos preocupaciones personales, temas que nos afectan de manera directa en nuestro día a día. Pero esto no debe impedirnos relativizar y pensar que hay gente que también lo puede estar pasando mal y a la que podríamos ayudar. Todos sufrimos, pero juntos es más sencillo salir adelante.
Hoy, el colectivo infantil con cáncer demanda atención, esa mano que sin esperar nada a cambio les ayude, esa persona que entienda que la donación de órganos para investigación es para ellos mucho más que un regalo a la ciencia. Se trata de una puerta que podría otorgar un mejor futuro en el tratamiento y cura de esta enfermedad.
Lo han querido hacer de una manera divertida, mostrando que, a pesar de que su día a día se desarrolle dentro de un hospital, no pierden la esperanza ni la alegría, sino que miran hacia adelante y confían en volver a sus casas.
“Un videoclip”, pensó Paula. Esta niña, con tan sólo 12 años y paciente del Hospital Sant Joan de Déu, tuvo la idea de poner en marcha esta iniciativa, en la que colaborarían sus compañeros del servicio de oncología infantil cantando y bailando. Todos juntos transmitirían ilusión y animarían así a la sociedad a colaborar en la realización de sus sueños.
El hospital no dudó en mostrar su apoyo a los chavales y, gracias a a la compañía discográfica EMI y a la emisora de radio 40 Principales, lograron que Macaco les permitiese utilizar su canción “Seguiremos” para ello. De hecho, el artista decidió que quería involucrarse más aún en el proyecto, por lo que acudió a cantar con pacientes, familiares y voluntarios del centro hospitalario, dejándose llevar por el guión realizado por la productora La Fábrica Naranja, que entregó además todos los recursos necesarios para materializar la idea.
Así lo hicieron. Le echaron ganas y lo sacaron adelante. Lo creyeron y desearon y, como dice la canción elegida por ellos, “hoy sabemos que lo importante es soñar”. Pero fue mejor aún: lo soñaron y lo alcanzaron.
Sólo hay que ver el videoclip para darse cuenta de la ilusión que cada niño desprende con tan sólo su mirada, en cada paso que dan. Mientras disfrutan el momento, sin perder la sonrisa, nos piden con la mejor de sus expresiones que no les olvidemos, que nos necesitan.