Seguimos hoy y mañana en la semana por la soberanía alimentaria sin transgénicos

Transgénicos NO. Acción delante del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente el Día de la Lucha Campesina
Foto: Amigos de la Tierra

Una declaración como principio, que oiréis quienes queráis oír en el vídeo adjunto al final del texto:

Dicen que los campesinos fueron asesinados por el hecho de ocupar tierras para poder vivir del campo y en el campo. Ese recuerdo lo quiero hacer extensible a todos los campesinos y campesinas del mundo que están sufriendo agresiones por el hecho de querer seguir trabajando la tierra. Entre ellos los que queremos ejercer nuestro derecho en el campo español

Sin juicio. Sin contexto. Fragmentado así, no nos queda sino que se nos encoja el alma y pensar en esas personas. No sabemos la historia. Pretendemos recopilarla en las siguientes líneas para ti y para nosotros, y descubrir por qué un día los ecologistas, diversos grupos, ONG y personas concienciadas con todo lo concerniente al medio ambiente, se reunieron en la puerta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el pasado 17 de abril, y qué denunciaban, qué pedían, en qué insistían iniciando el discurso de esa manera.

Así que, inmersos en nuestra labor periodística, nos sumergimos en una nota de prensa de Amigos de la Tierra y damos con la clave de este artículo. En lo que estas personas creen, lo que piden es:

Una alimentación y una agricultura libre de transgénicos

Si os decimos la verdad, cada vez que nos encontramos con esta palabra, por inexactitud de nuestra memoria, nos dirigimos al diccionario y rebuscamos su significado. Y dice el de la Real Academia Española de ‘transgénico’, referido al organismo vivo que es el que:

Ha sido modificado mediante la adición de genes exógenos para lograr nuevas propiedades

Una vez que sabemos mejor de lo que estamos hablando, nos encontramos con la información de que desde esta ONG mencionada aseguran que:

Desde hace 10 años España es el único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran escala y lo hace con una absoluta falta de transparencia y control. Nadie sabe dónde están estos cultivos

No lo hemos corroborado, pero estamos atónitos y nos metemos en el texto que nos mandan para difundir la importancia de recordaros nuestro propósito para este artículo y que era en lo que habíamos puesto todo nuestro afán antes de escribir letra alguna, que estamos celebrando –termina ya mañana- la V Semana Estatal de Lucha contra los Transgénicos y por la Soberanía Alimentaria.

Resulta, siempre según los grupos ecologistas que se concentraron el pasado miércoles a la puerta del citado Ministerio, que en el Estado español se concentra casi el 90% de cultivos transgénicos de toda Europa. Pues bien, esta denuncia la han hecho coincidir con el Día Mundial de las Luchas Campesinas y organizaciones de agricultores, ecologistas y consumidores han realizado el pasado miércoles el acto de protesta para denunciar los efectos sociales, ambientales, económicos y para la salud de la presencia de cultivos transgénicos en el Estado español.

Por su parte, aseguran las ONG ecologistas, países como Francia, Alemania, Italia, Polonia, Grecia, Bulgaria, Luxemburgo, Suiza, Irlanda, Hungría o Austria han prohibido estos cultivos en sus territorios debido a las serias dudas sobre sus efectos en la salud y los impactos demostrados sobre el medio ambiente. Como os decíamos, esta actividad se encuadra dentro de la semana de lucha contra los transgénicos que, con el lema ‘Por una alimentación libre de transgénicos’, ha mostrado la movilización de la sociedad para poner fin a los transgénicos en, informan, “nuestros campos y en nuestros platos”.

El acto consistió en una lectura del manifiesto “Por una alimentación y una agricultura libre de transgénicos” al que pertenece lo que hemos llamado declaración al principio de este texto y que podéis escuchar completo en el vídeo más abajo. Sin embargo, la mayoría de las ONG ecologistas están de acuerdo en el tema central que estamos tratando hoy y, por ello, a Amigos de la Tierra iban unidos CECU, COAG, Ecologistas en Acción, organizaciones integradas en Plataforma Rural y Greenpeace.

Todas, por cierto, entregaron al ministro Arias Cañete un álbum con fotos de cientos de personas que han querido mostrar su rechazo a los alimentos transgénicos. Además, se ha instalado un ‘Photo-call’ en el que numerosos transeúntes se han fotografiado con el logo “no quiero transgénicos”.

Verificando todo lo anterior, en la concentración Eduardo López, responsable de la Ejecutiva de COAG ha declarado con rotundidad que:

Los transgénicos son un instrumento de las empresas agroindustriales que destruyen el modelo de agricultura social y sostenible provocando la pérdida de la soberanía alimentaria y vulnerando el derecho a decidir qué comemos y qué cultivamos

Por su parte, Blanca Ruibal, de Amigos de la Tierra, se ha referido a la participación en esta semana como la prueba de que:

Una vez más que la sociedad no quiere transgénicos, ni en el campo ni en el plato. El Gobierno, por su parte, deja claro que está de parte de las multinacionales de semillas y no de la ciudadanía

David Molina, de Ecologistas en Acción, ha incidido en que:

Los transgénicos, asociados a grandes empresas transnacionales y al uso de insumos químicos para su cultivo, son una amenaza para nuestra salud, el medio ambiente y la agricultura

Asimismo, las palabras de Ana Etchenique, vicepresidenta de CECU, nos han hecho reflexionar y concluir que, ciertamente, nosotros, los consumidores, deberíamos exigir más información sobre la presencia de transgénicos en la alimentación porque, parece ser, la legislación actual es insuficiente.

Y para finalizar, concluimos la referencia a la celebración de la V Semana Estatal de Lucha contra los Transgénicos y por la Soberanía Alimentaria parafraseando a Luís Ferreirim, de Greenpeace, que sostiene y critica que:

Los transgénicos son una seria amenaza para sectores clave como la agricultura ecológica y la apicultura, en los que el Estado español es el exponente máximo en Europa. Permitir el cultivo de transgénicos es impedir el crecimiento económico de estos sectores y anular la posibilidad de un medio rural vivo