¿Eres de los que piensa que los científicos más catastrofistas respecto a la conservación del medio ambiente solo nos advierten de una realidad futura? ¿O de los que creen que las predicciones más extremas sobre el cambio climático no se materializarán? ¿O te mueves en un punto medio entre ambas posturas?
Por si quieres posicionarte firmemente en alguna de ellas, hoy te contamos que lo más probable es que la temperatura del planeta aumente cuatro grados al final de este siglo. No lo decimos nosotros, lo asegura un reciente estudio elaborado por varios expertos de la Universidad de Oxford que se ha publicado en ‘Nature Geoscience’.
¿Cómo te quedas? ¿Qué crees que podría significar? Lo más probable es que las consecuencias sean grandes extensiones de terreno sufriendo sequía, tormentas, inundaciones y olas de calor. A su vez, esto provocaría importantes efectos en la productividad agrícola y también en los movimientos migratorios de las especies animales.
Así lo cuenta el responsable principal de este estudio, Alexander Otto, quien considera que hay muchos factores del cambio climático que es imposible incluir en los actuales modelos que manejan los climatólogos.
Por este motivo, argumentan los científicos que algunas de las predicciones más extremas sobre el calentamiento global no van a hacerse realidad, pero también, y compensando la balanza, creen que tampoco son correctas las teorías de los llamados ‘negacionistas’ o escépticos del cambio climático, que aseguran que éste se estancó en 1998, cuando se registró la temperatura media global más elevada.
En definitiva, que esta nueva investigación que nos llega desde la Universidad de Oxford no se decanta por ninguno de los dos lados de la balanza sobre el cambio climático. Lo que sí deja clara es esta conclusión: sería necesaria una pausa más larga para poder sugerir que el planeta no se está calentando a una velocidad elevada.
¿Qué opinas tú? Lo mejor, sin duda, será incorporar a nuestra vida diaria hábitos respetuosos con el medio ambiente como el reciclaje o la disminución de emisiones de CO2 a la atmósfera para que las peores predicciones nunca lleguen a cumplirse. ¡Estamos a tiempo!