No se trata de no tener arrugas ni de vivir cien años a cualquier coste, sino de prolongar la vida sin enfermedad. Así de claro se muestra, Manuel Serrano, uno de los expertos españoles participantes en un innovador estudio sobre el envejecimiento, cuyas conclusiones han sido publicas en el último número de la Revista Cell.
Y es que, según esta investigación, luchar contra el paso de los años significa luchar también contra el cáncer y otras enfermedades de mayor incidencia en el mundo desarrollado.
Por primera vez, se han descrito las nueve claves del envejecimiento que, curiosamente, guardan una estrecha relación con patologías propias de la edad como pueden ser la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas o el cáncer.
Otro de los hitos del trabajo es que no solo se definen los nueve indicadores moleculares de la vejez, sino que los ordena en primarios (la causa desencadenante); los que conforman la respuesta del organismo a esas causas y los fallos funcionales resultantes.
La jerarquía es importante, o así lo corroboran los expertos de esta investigación, ya que el efecto que se consigue incidiendo sobre un tipo de proceso u otro es diferente.
Centrándonos en las causas primarias del envejecimiento, debemos citar cuatro: la inestabilidad genómica, el acortamiento de los telómeros, las alteraciones epigenéticas y la pérdida de la proteostasis.
La primera hace referencia a los defectos que se van acumulando en los genes con el tiempo, debido a causas extrínsecas o intrínsecas. Por otro lado, los telómeros, que son los ‘capuchones’ que protegen los extremos de los cromosomas, se acortan y las alteraciones epigenéticas resultan de la experiencia vital, es decir, de la exposición al medio ambiente.
Por su parte, la pérdida de proteostasis tiene que ver con la no eliminación de proteínas defectuosas que, al acumularse, causan patologías asociadas al envejecimiento, el cual se produce por el daño acumulado en el ADN a lo largo de la vida y, se ha demostrado, que ese mismo proceso es también el origen del cáncer, por ejemplo.
Para ello, el estudio ha identificado todos los indicadores moleculares de la vejez de los mamíferos que ayudan a su vez a encontrar la causa de dichas patologías.
Como hemos señalado en uno de los post anteriores, vivir durante más años es más sencillo de lo que creemos. Llevar una buena alimentación y practicar algo de deporte es esencial para mantenernos saludables pero este estudio ha ido más allá, arrojando una nueva luz al origen de enfermedades tan presentes como lo es el cáncer.
El reto es ahora, según los participantes de dicha investigación, continuar en busca de mecanismos que intenten corregir los daños de la senescencia celular, es decir, inducir a la célula para que deje de dividirse cuando acumula muchos defectos.