Campamento de verano por la integración de niños con enfermedades reumáticas

Niños en el campamento de verano
Foto: Asociación Española de Reumatología

Las enfermedades reumáticas afectan a uno de cada 1.000 niños en España según la Sociedad Española de Reumatología (SER) y aun así gran parte de la sociedad identifica estas patologías con el envejecimiento de la población. Por eso, es importante visibilizarlas y eso es lo que desde la SER y la asociación de pacientes ConArtritis se ha intentado con el I campamento de verano para niños con enfermedades reumáticas.

Un total de 38 menores, de entre 8 y 14 años, han participado durante dos semanas en la granja escuela Albitana de Brunete, en Madrid, en donde han aprendido a convivir con la enfermedad, han practicado hábitos de vida saludables y han compartido enriquecedoras experiencias con otros chicos que también tienen la misma patología.

Todo esto mientras se divertían con actividades lúdicas y de ocio, talleres y excursiones siempre supervisadas por un equipo médico integrado por un reumatólogo pediátrico, un fisioterapeuta y una enfermera encargados de programar las actividades de ejercicio físico diseñadas para ellos y centradas en hacer estiramientos para mejorar la flexibilidad de sus articulaciones, mantener la resistencia y evitar el dolor.

De este modo, este primer campamento de verano ‘reumático’ también ha resultado de gran ayuda para los padres al reforzar la educación que les están dando, ya que actividades de este tipo pueden dar respuesta a los grandes interrogantes de esta enfermedad: ¿por qué no puedo hacer determinadas tareas?, ¿por qué tengo que tomarme la medicación? o ¿por qué tengo dolor?

Estas preguntas, en muchas ocasiones sin respuesta, pueden fomentar en los más pequeños grandes dudas y barreras que si se comparten con otros niños de su edad se pueden tornar más llevaderas.

El presidente de ConArtritis, Antonio Torralba, insiste en que estos campamentos  fomentan las actitudes de mantenerse activo y ser más autónomo, fundamentales para el buen desarrollo de los menores.

Sin duda, estas experiencias son únicas e integradoras a la hora de ‘normalizar’ la vida de sus participantes porque no olvidéis que una sonrisa siempre será la mejor medicina para todos ellos.