
La sostenibilidad de 14 marcas de las principales empresas del sector de la conserva del atún en España, tanto privadas como marcas blancas, han sido evaluadas por la ONG Greenpeace para comprobar si el alimento procede de pesca no sostenible y si las empresas tienen que mejorar sus políticas y las especificaciones del etiquetado de los productos. Para dar a conocer sus observaciones, la organización ecologista ha publicado la Guía de Atúndonde explica que su análisis se debe a que:
El atún es uno de los pescados más demandados a nivel mundial y que es clave cómo y cuánto se pesque para su protección
Según informa la ONG, España lidera la producción, exportación y consumo per cápita a nivel europeo de atún, por lo que el papel de la industria española es muy importante para el futuro de estas pesquerías y de quienes dependen de ellas. El análisis de Greenpeace se ha realizado en función de siete criterios: trazabilidad; sostenibilidad del origen y los métodos de pesca; pesca ilegal; equidad social; política de compra; información y transparencia hacia el consumidor; e iniciativas adicionales para potenciar el cambio. Y ha sido posible gracias a la información proporcionada por las empresas, la información pública disponible y la información recogida por los voluntarios de la entidad ecológica de los propios productos. Greenpeace asegura que, a nivel general, las marcas evaluadas fallan principalmente en sus políticas de sostenibilidad que son insuficientes o con falta de compromisos y objetivos claros. Muchas de ellas son muy poco sostenibles en cuanto a las poblaciones de atún de las que se surten así como los métodos de pesca, en el que destaca el cerco con FAD (dispositivos de agregación de peces). La información al consumidor, añaden, es otra gran “asignatura pendiente”, ya que pese a la trazabilidad en la cadena de custodia, a día de hoy, el consumidor español poco sabe del atún que está comprando más allá del nombre comercial y los ingredientes adicionales que lo acompañan. Por su parte, Elvira Jiménez, responsable de océanos de Greenpeace, sostiene que:
Con esta guía, Greenpeace quiere trasladar esa información al público y continuar trabajando con las empresas para mejorar, ya que hayan descubierto que las empresas tienen una buena trazabilidad desde el mar hasta el punto de venta, aunque no todas saben a qué barco o stock corresponde el atún de cada lata. Lo peor es que el consumidor no conoce el origen ni el método de pesca y es un dato básico para evaluar la sostenibilidad de un producto antes de adquirirlo
En otros países donde la organización internacional ha realizado la misma evaluación, como por ejemplo Reino Unido o Canadá, ha propiciado la reacción de la industria adquiriendo compromisos para mejorar su sostenibilidady la información hacia el consumidor. Sin embargo, concluye Jiménez:
Aunque algunas de las empresas españolas evaluadas ya han comenzado a dar pasos y no pueden quedarse atrás sino avanzar, queda aún mucho camino por recorrer