La salud física redunda en la salud mental, según Eduardo Punset

Eduardo Punset
Foto: Fundación Punset
Como consecuencia de la presentación del último libro de Eduardo Punset, ‘El sueño de Alicia’, este blog ha tenido la oportunidad de entrevistar al divulgador científico catalán y preguntarle sobre el Alzheimer.

A la pregunta de qué avances o estudios conocía para evitar padecer la enfermedad neurodegenerativa respondió que:

 

Sin duda, una de las aportaciones de la nueva manera de enfocar las problemáticas sanitarias es conceder la importancia que tiene el ejercicio físico

En este sentido, Punset recuerda que hay un circuito tradicional en el cerebro “en virtud del cual, la dieta incide sobre la circulación sanguínea, ésta sobre los órganos, sobre el cuerpo y todo esto”, continúa el autor de ‘El sueño de Alicia’:

Depende de qué percepción tiene el paciente de lo que le está sucediendo y luego de las medidas preventivas de la sanidad

Por todo ello, Eduardo Punset insiste en defender que:

El impacto que ha tenido el cuidado de la salud física sobre la salud mental y en el Alzheimer es indescriptible

Cuenta el autor, a modo de anécdota, que desde su balcón de Pineda del Mar ve haciendo ejercicio a personas de todas las edades y piensa para sí mismo:

¡Qué bien! Por fin están cuidando de su salud

Y es que en su último libro, Punset el autor arremete contra el sistema sanitario actual y defiende “las políticas de prevención” sobre las “políticas de curación”, que “están a años luz de lo que deberían ser”. Y subraya, insistentemente en su libro, la importancia de hacer ejercicio físico, cuidar la dieta y saber disfrutar de lo que tenemos para evitar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, “pero también muchas otras”, añade.

Indica también que las políticas de prevención son comparables a un “arsenal virgen a explotar” y anuncia que el desarrollo de éstas “reducirían las futuras demandas de prestaciones sanitarias, educativas o de trastornos mentales” y que, de ese modo, la medicina dejará de ser un “rosario de enfermedades” para convertirse en “la ciencia de la salud”.

Además, Punset recordó en la entrevista concedida a este medio que “hasta muy recientemente, los médicos solo podían diagnosticar el Alzheimer cuando el avance de la enfermedad ya había causado estragos en el paciente y los síntomas eran evidentes”, pero que:

Hoy es posible detectar el Alzheimer antes de que el paciente entre en la fase de demencia

Parece ser, según apuntaba a Punset mencionando a José Luis Molinuevo, neurólogo del Hospital Clínic de Barcelona a quien entrevistó para el programa de ‘Redes’ que “la edad es fundamental en este diagnóstico previo porque el paciente puede participar en las decisiones que se toman”. Sin embargo, el especialista subrayaba, recuerda Punset, que “la extensión de la esperanza de vida es lo que está provocando estos desastres”.

Por eso, nos cuenta el autor, durante el último tiempo él mismo ha estado cuestionándose sobre por qué la gente se pregunta qué hay después de la vida cuando “lo importante” es descubrir qué hacer “antes de la muerte” con esos mayores y “todos los años redundantes que están acumulando” y cómo incorporarles a la sociedad del conocimiento.

Por último, el divulgador científico ha recordado su sorpresa al corroborar con los científicos con los que ha tenido la oportunidad de hablar que “la persona que padece Alzheimer olvida todo”, pero “se acuerda muy bien de que le quieren. Es decir, parafraseando a Molinuevo, resulta que la persona que padece esta enfermedad neurogenerativa puede no reconocer a esa persona que lo ama, pero reconoce el cariño que siente hacia ella y el cariño que recibe de esa persona”.

Y es que, Punset, redundando en las palabras de su amigo neurólogo José Luis Molinuevo, concluye que:

La memoria, por decirlo de alguna forma, afectiva y emocional, perdura mucho más tiempo en la persona aquejada de Alzheimer