Los animales pueden emigrar a zonas más cálidas con la llegada del frío, o generar calor o resguardarse de las bajas temperaturas. Pero las plantas no pueden hacerlo y aún así, son capaces de sobrevivir a los rigores del invierno. Esta es una cuestión que intriga a los científicos: ¿cómo se adaptan las especies vegetales al frío?
Para dar respuesta al enigma, un equipo de investigadores ha construido un árbol evolutivo de más de 32.000 especies de plantas con flores y lo ha combinado con los registros de exposición a la congelación y los datos de las hojas y los tallos de miles de especies.
Este estudio, que aporta claves interesantes sobre el proceso evolutivo de muchas especies vegetales, se ha publicado recientemente en la revista ‘Nature’.
La investigación revela que varias especies han adquirido a lo largo de su evolución características que les han ayudado a sobrevivir en climas más fríos, como estar moribundas durante los meses previos a la llegada del frío más extremo y a las temperaturas de congelación.
Uno de los autores del estudio, Jeremy Beaulieu, del Instituto Nacional de Matemática y Síntesis Biológica de la Universidad de Tennessee (Estados Unidos), explica en la revista ‘Nature’ que la evidencia fósil y las reconstrucciones de las condiciones climáticas del pasado sugieren que las plantas de floración temprana vivían en ambientes tropicales cálidos.
Asimismo, a medida que las plantas se propagaron a latitudes y altitudes superiores, evolucionaron en formas que les ayudaron a hacer frente a condiciones de frío. De este modo, las especies vegetales que viven en la tundra pueden soportar temperaturas invernales inferiores a los menos 15 grados Celsius.
Pero no es el frío sino el hielo lo que más problemas provoca a las plantas en la lucha por su supervivencia ante las bajas temperaturas. Y es que la congelación y la descongelación provocan burbujas de aire en el sistema de transporte interno de agua de la planta. En palabras de otro de los autores de la investigación, Amy Zanne:
Si se junta un número suficiente de estas burbujas de aire, cuando el agua se descongela puede bloquear el flujo de agua desde las raíces hasta las hojas y matar a la planta
Los responsables del estudio han identificado los aspectos que ayudan a las plantas contra este problema. Algunas especies evitan daños por congelación al dejar caer sus hojas antes de que llegue el frío, cerrando así el flujo de agua entre las raíces y las hojas y haciendo crecer otras nuevas cuando vuelve el calor.
Como alternativa, otras plantas se protegen a sí mismas en lugar de cerrando, estrechando el flujo de agua, lo que las hace menos vulnerables a la obstrucción durante los procesos de congelación y descongelación.