No nos paramos a pensar en ello, pero es real la relación entre los sueños y la productividad, el alcanzar nuestros sueños depende en gran medida de nuestra productividad personal. ¿Cuántas veces a lo largo del día se nos ocurren cosas o nuestra cabeza se llena de ideas que poco después se desvanecen y se pierden? Seguro que muchas veces. Nos sorprenderíamos de todas las ideas y oportunidades que hemos dejado pasar y hemos perdido. Nunca mejor dicho, “pasar y perder”, ya que es lo que suele ocurrir. Las ideas y los sueños no suelen pedir permiso para aparecer por nuestra mente y como vienen se van, en silencio e inesperadamente.
Hay un sentimiento generalizado que apoya la imposibilidad de prestar atención a todo lo que pasa por nuestra cabeza. La realidad es bien diferente. Debemos saber capturar todo lo que nos llama la atención. Al menos para registrarlo y apartarlo de nuestra cabeza. Esta idea es un principio básico de productividad personal. Citando al autor del famoso libro sobre GTD “Haz que funcione” David Allen: “Sólo cuando tu cabeza está vacía y tus ideas están bien organizadas, puedes ser productivo sin estrés y dejar que la creatividad trabaje para ti”. De la misma manera, cuando nuestras ideas y nuestros sueños, los recopilamos y los tenemos organizados con nuestro método de productividad, tenemos muchas más posibilidades de realizarlos y convertirlos en algo tangible. Ten a mano un pequeño cuaderno que te sirva para hacer estos registros y liberar a la vez la mente.
La creatividad es la capacidad de crear, de producir cosas nuevas y valiosas, es la capacidad de un cerebro para llegar a conclusiones nuevas y resolver problemas de una forma original. La actividad creativa debe ser intencionada y apuntar a un objetivo.
Como todas las capacidades humanas, la creatividad puede ser desarrollada y mejorada. Hay muchas técnicas que sirven para desarrollarla individualmente o en grupo: técnicas para generar ideas y técnicas para evaluar ideas.