Un análisis de sangre podría predecir el riesgo de desarrollar Alzheimer

microscopioUn simple análisis de sangre podría detectar, con un 90% de acierto, si una persona sana va a desarrollar algún tipo de deterioro cognitivo o enfermedad de Alzheimer en los siguientes tres años de su vida.

Esto que puede parecer ciencia ficción se ha convertido ya en una realidad como muestra un estudio recientemente realizado por investigadores de la Universidad de Georgetown en Estados Unidos y que publica la revista Nature Medicine.

La prueba identifica diez lípidos o grasas presentes en la sangre que permiten predecir si la enfermedad de Alzheimer comenzará su desarrollo en el cerebro del paciente. “Si se inicia el deterioro cognitivo progresivo este diagnóstico puede cambiar la forma en la que los pacientes, sus familias y los médicos tratan, planifican y manejan el trastorno», afirma Howard J. Federoff, uno de los investigadores que ha realizado el estudio.

Precisamente, Federoff indica que todos los esfuerzos que se han realizado para frenar la progresión del Alzheimer han sido en vano porque, entre otras cuestiones, los medicamentos han llegado cuando la enfermedad ya estaba en un proceso avanzado.

Con el análisis de sangre se podría diagnosticar, por primera vez en la historia, la enfermedad de Alzheimer en estado preclínico, es decir, antes de que se manifiesten sus síntomas. Esto ofrecería a los investigadores un nuevo marco de actuación, en el que hay muchas más probabilidades de que las terapias tengan éxito.

Para la realización de este trabajo, los expertos han contado con una muestra de 525 participantes sanos de 70 años o más a los que se les tomaron muestras de sangre al inscribirse y en varios momentos del estudio. De ellos, 74 tuvieron los indicadores para desarrollar la enfermedad de Alzheimer leve o una condición conocida como deterioro cognitivo leve amnésico.

Aunque los lípidos no eran el objeto principal del estudio, la investigación reveló que se producía la ruptura de membranas en los participantes que desarrollan síntomas de deterioro cognitivo, fueron los principales factores para poder predecir si ese deterioro va a aparecer en cerebros cognitivamente sanos durante los años siguientes.

Esta prueba abre la puerta a la posibilidad para desarrollar estrategias de tratamiento de la enfermedad de Alzheimer en su fase inicial, cuando estos tratamientos son más eficaces y por tanto pueden actuar de forma más precisa e incluso prevenir la aparición de los síntomas.